Parte 17

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Les dejo el cap de hoy :3 espero lo disfruten y comenten :D nos vemos pronto 


Capítulo 17

Alexia detuvo su auto delante de una casa muy bien ubicada en una zona residencial, al norte de la ciudad. Había otros coches estacionados a los lados de la calle. No reconoció a la mayoría de ellos, pero sí se percató de la vieja camioneta Honda de sus papás. Eso quería decir que estaban ahí, y que se llevarían una sorpresa cuando la vieran, si es que Alexia se dejaba ver.

Tomó aire varias veces para tranquilizarse. Le hubiese encantado estar en compañía de Denise, pero dadas las circunstancias, no podía involucrarla más de la cuenta y, además, este era un asunto meramente personal. Alexia ya se hacía una idea de lo que iba a suceder, y no quería que nadie la viera fracasar.

Tomó la cajita envuelta en papel de regalo, adornada con un moño azul, y bajó del auto para cruzar la calle. Se relamió los labios cuando llegó a la puerta. Acomodó su cabello y se ajustó el cuello de su camisa polo. Luego tocó el timbre y esperó con la ansiedad a flor de piel.

A los pocos segundos, la puerta se abrió y se asomó una niña de unos diez años. Alexia la reconoció como su pequeña prima, Analy. Había crecido bastante desde la última vez que la había visto. Ahora era una pequeña de cabello largo y mirada curiosa. Solía jugar mucho con ella, pero en algún punto, y dadas sus preferencias sexuales para con las mujeres, su tía le pidió que dejara a la niña en paz por temor, en palabras de esa mujer, a que pudiera contagiarle su lesbianismo.

—¡Hola! —Saludó Analy y abrió la puerta por completo—. ¿Le trajiste un regalo a Eliza?

—Sí, aquí lo tengo. ¿Ella está?

—Está en el jardín. Pasa, pasa. Ahora le hablo.

—No, no te preocupes —Alexia no pudo resistirse al cariño de abrazarla y darle un beso en la frente—. No me voy a quedar mucho tiempo. Ve a jugar. Yo buscaré a Eliza después.

—¡Claro!

Analy se fue saltando de alegría para jugar con los otros niños y Alexia se quedó a solas en la sala donde había crecido y había tenido los momentos más felices de su infancia antes de que todo cambiara para mal.

Los invitados estaban atrás, de donde provenían las risas de los niños, la música alegre y el aroma de la carne asada con verduras. Olfatearla hizo que se le abriera el apetito y, tal vez si tenía suerte, la invitarían a comer algo. Estaba hambrienta.

Sonrió. Eso jamás pasaría. Nunca la invitarían a comer. Era el cumpleaños número veintiocho de Eliza y, como Alexia ya lo suponía, no había recibido una sola invitación de parte de nadie.

Se sentó en el sofá y aguardó. No tenía el valor de asomarse al jardín trasero y mucho menos de interactuar con sus familiares. Eliza era la única razón por la que ella estaba ahí, y deseaba verla y hablarle otra vez. No había cruzado palabra con ella en al menos año y medio.

Alexia suspiró y sonrió al recordar los buenos tiempos viviendo en la casa de sus papás, cuando Eliza y ella eran las chicas más unidas del mundo. Los viernes, su hermana mayor organizaba una noche de spa casero en la que se ponían mascarillas faciales, se hacían la manicura, escuchaban música tranquila y tenían charlas profundas sobre sus sueños, sus miedos y sus futuros proyectos. Para Alexia, aquellas noches parecían citas y le habían dado un motivo más para confiar en Eliza.

En otra ocasión, una tarde en la que Alexia se sentía profundamente triste por la muerte de una de sus mejores amigas de la secundaria, Eliza salió al rescate y se la llevó a la playa. Compartieron una habitación, vieron películas juntas hasta la tarde y se divirtieron en el mar como si fueran una pareja teniendo su primera cita lejos de las miradas indiscretas de la gente y de la cruel opinión de sus padres.

[Terminada ]Deseos Ocultos [Historia Lésbica ]Where stories live. Discover now