[Terminada ]Deseos Ocultos [Historia Lésbica ]

Parte 34

Fiu! les dejo el cap de esta otra obra :3 

Capítulo 34

Al final de cuentas, Samantha consiguió lo que deseaba: hacer esa pausa en su vida. Retroceder tan sólo un poco y dejar que el tiempo acomodara las cosas. No podía hacer mucho más que eso, pues lo que ocurría a su alrededor escapaba por completo de su control. Gran parte de sus problemas de ansiedad dependían de cómo actuaran los demás: sus padres, su maldita novia y hasta el nuevo amante de Génesis, Mike.

El primer día luego de darse de baja de la universidad, Samantha se despertó temprano y se quedó en la cama, mirando al techo sin saber qué hacer con tanto tiempo libre. Podría seguir durmiendo, pero eso la condenaría a seguir postrada en la cama y lo que ella quería era seguir los pasos de Denise. Encontrar en ella las fuerzas que necesitaba para avanzar, y su hermana no era de las chicas que se quedaban en la cama sin hacer nada.

Aun así, el tiempo fue pasado. La luz del sol se filtró por las cortinas de algodón e iluminó las paredes blancas de su cuarto. Samantha ya se estaba quedando dormida otra vez, cuando Denise llamó a la puerta y se asomó con una sonrisa de curiosidad.

Se sentía orgullosa de su hermana menor. Alababa su valor por haberse enfrentado a su madre y tomar sus propias decisiones. Ya no era una niña después de todo y había un momento en la vida de todas las personas cuando necesitaban deshacerse del yugo materno.

—¿Cómo te sientes? —Preguntó en voz baja.

—Bien, creo. ¿Qué te dijo mamá?

Denise entró al cuarto y se sentó en la orilla de la cama.

—Está decepcionada de las dos, pero eso ya lo sabíamos. No sé por qué le molesta. Sólo hicimos una pausa y parece que se acabó el mundo. Tampoco es como si no fuéramos a hacer nada con nuestras vidas ¿no? Simplemente estábamos en el camino equivocado. Nos tomaremos un año sabático. Ella se ahorrará todo lo de las colegiaturas y podrá enfocarse en... bueno, lo que sea que quiera hacer con su vida.

—Estar con Mike —dijo Samantha con las manos sobre el vientre—. Eso es todo lo que le importa. La mujer no soportar estar sola.

—Esa es su decisión —dijo Denise con una sonrisa leve. Le causaba gracia saber que su mamá tenía dependencia a otro sujeto—. ¿Y qué quieres hacer? No te puedes quedar tirada en la cama todo el día o le darás a ella la razón.

—¿Qué razón?

—De que eres una vaga.

Samantha rio con ironía y se sentó lentamente. Se frotó los ojos y miró a su hermana como si fuera la persona más genial del mundo. No dejaba de admirar lo fuerte que había sido a pesar de la desintegración que había sufrido la familia.

—No tengo pasatiempos ni nada. Desde que era niña me limité a estudiar y a hacer lo que papá quería —bostezó con resignación. Sentía que había tirado su juventud a la basura—. Me siento atrapada.

—¿Por qué no vamos con Alexia? Tengo comida gratis en su restaurante. Bueno, sólo los desayunos. Tampoco me quiero colgar.

—¿No habías dicho que trabajarías con ella?

—Sip —sonrió Denise—. Empiezo el lunes. Seré ayudante de cocina. Le dije que no tengo mucha experiencia, pero ella insistió. Es mejor eso, que aceptar dinero sin hacer nada a cambio. ¿Quieres trabajar conmigo? Le digo.

—No... bueno, no sé. Apenas es mi primer día de libertad. No quiero estar en la casa viendo a mamá coquetear con ese negro.

Denise rio.