Parte 12

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Capítulo 12

Samantha regresó de la exposición al mediodía, y cuando entró a casa, la recibió la mirada de pocos amigos de Denise. La chica estaba esperándola en la sala, sentada en el viejo sofá y con los brazos cruzados firmemente bajo el pecho.

—¿Qué tienes? —Preguntó Sam en cuanto notó su malhumor.

—¿Te la pasaste bien? —Denise ladeó ligeramente la cabeza—. ¿O necesitabas más tiempo con Alexia?

—¿Qué? —Sonrió Sam, que no acababa de comprender por qué el tono huraño de su hermana—. Solamente salimos a pasear. Ella vino a buscarte, pero te habías ido.

—Eso no tiene nada que ver. Sólo pregunté si te divertiste con mi novia.

Samantha no quería pelear por lo que ella pensaba, era un ataque patético de celos. Le hizo a su hermana una cara de desprecio y subió por las escaleras sin meterse en su jueguito infantil.

—¡Oye! —Exclamó Denise—. Te estoy hablando.

—Mira, si tienes quejas sobre esto, habla con Alexia. Creo que les falta mucha comunicación a las dos.

—¿Qué?

—Ya me oíste —replicó Sam antes de darse la vuelta y desaparecer en el segundo piso.

Denise se quedó con un signo de interrogación en la cara, preguntándose qué había querido decir Sam con eso de la comunicación. Alexia y ella estaban bien. Se lo contaban todo. No había secretos en su relación. A ese acuerdo habían llegado.

Por el resto del día, Denise se la pasó en su cuarto, metida en sus propios pensamientos con respecto a Samantha y Alexia, y tratando de comprender por qué se había sentido celosa de que ellas dos tuvieran cierto grado de interacción. Lo hizo mientras esperaba a que su novia le contestara todos los mensajes que le había enviado, exigiéndole respuestas.

Y cuando Alexia contestó, lo hizo bien entrada la tarde. Las dos quedaron en cenar juntas para hablar sobre lo sucedido y aclarar cualquier conflicto que hubiera entre ambas.

—Lo que menos quiero es que te pelees con Sam —dijo Alexia mientras sostenía la mano de su novia sobre la mesa de la cocina.

—¿Por qué saliste con ella y no conmigo? Sabes lo mucho que quería ir a la exposición de animales. Te lo llevo pidiendo desde la semana pasada.

Alexia bajó la cabeza y resopló.

—Está bien, te lo diré. Sólo prométeme que no vas a enojarte con tu hermana. Lo que pasó fue que yo llegué a buscarte, pero no estabas. Le dije a Sam que pensaba llevarte a la exposición, y ella, bueno... ella dijo que quería ir pero que no tenía dinero ni para el boleto. Me dio mucha pena verla así y, bueno, ya me conoces. No me pude resistir a su carita de tristeza y le dije que podía ir conmigo.

—¿Ella quiso ir a la exposición de animales? —Denise arqueó una ceja.

—Pues eso fue lo que pasó. Oye, no creas que no me sentí mal por llevarla. No creí que te fueras a enojar. Es decir, sé que las dos se llevan muy bien y por eso pensé que era lo correcto.

—Uhm... —el enojo de Denise bajó dos marcas y apartó la vista—. Pues si fue así, ella debió de habérmelo dicho. Cuando la confronté, se enojó y dijo que tú y yo necesitamos más comunicación.

—¿Más? Si tú y yo tenemos la suficiente comunicación —Alexia hizo una pausa y puso cara de afligida—. Cielos, espero que... no, no importa.

—¿Qué cosa?

[Terminada ]Deseos Ocultos [Historia Lésbica ]Where stories live. Discover now