XIX

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—Lo siento.

Soltó el Jiang.

El mayor lo miró atónito, no esperaba las repentinas disculpas tan sinceras.

—¿Exactamente por qué?

No cedería tan fácil.

—Por todo. Mí odio por Wei Wuxian hizo que dejara de lado todo lo que sentía por ti. Me sentí inseguro, una segunda opción, me parecía irreal que luego de perderlo todo yo pudiera ser tu prioridad, más después de que defendiste a Wei Ying el día que falleció.

Confesó con lágrimas en sus ojos.

—A-Cheng, nunca podría mirar a nadie de la forma en la que lo hago contigo. Eres el primero y único en mí corazón.

—Yo…lo siento.

—Ya no pidas disculpas.

Dijo el mayor.

—Más que nadie sabes que no tengo a dónde ir. Tarde o temprano terminaría aquí, a tu lado, siendo nuevamente guiado por ti. No deseo nada más que estar a tu lado, puedo ser tu esclavo, tu secuaz, incluso puedes usarme para limpiar tus pies, pero nunca te deshagas de mí. Utilizame tanto como desees, A-Cheng.

El más bajo lo miró con dolor en sus ojos, ¿Cuánto daño le había hecho al mayor? ¿Estaba dispuesto a ser despreciado de esa forma con tal de estar a su lado?

—A-Hao, vuelve a ser igual de especial que en aquel entonces. Déjame dedicarte el tiempo y amor que mereces.

El mayor al oír tales palabras simplemente no se contuvo y se acercó al menor, tomó su rostro y lo besó. Era un beso tranquilo al inicio que demostraba el anhelo de ambos, Min Hao no se contuvo, posó su mano en la cintura ajena y adentro su lengua en la cavidad bucal contraria, logrando que el más bajo suelte un leve gemido. El de ropas lilas lo separó sintiendo la falta de aire.

—A-H-hao, tranquilo.

Soltó aún jadeando.

—Es lo mínimo que he deseado hacer durante estos 16 años.

Soltó rodeando la cintura ajena, acariciando suavemente la espalda baja del menor.

—N-no es lo que esperaba.

—A-Cheng, no soy el joven tranquilo de aquel entonces.

—En aquel entonces también eras algo brusco.

—¿Realmente piensas cambiar?

—Lo quiero hacer. Estoy cansado de ser así, quiero ser feliz junto a ti y Jin Ling. Es difícil superar lo de Wei Wuxian, pero quizás pueda tolerarlo un poco más.

El mayor sonrió con una enorme alegría y dejó un casto beso en los labios contrarios.

—A-Cheng, te amo.

El menor se sonrojo y simplemente se escondió en el cuello ajeno.

Atado a tu amor | Jiang Cheng x Male OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora