XVII : Pasado V

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La suave brisa otoñal se sentía en los terrenos de caza de Phoenix Mountain. Miles de jóvenes cultivadores estaban allí para demostrar sus habilidades y destacar.
La equitación era algo que todas las sectas debían practicar, aunque no fueran necesarias para la caza, era para simbolizar el respeto, algo más estético por así decirlo.
Cuando ingresaban jóvenes apuestos, los hombres y mujeres les lanzaban flores como expresión de admiración.
Los primeros en ingresar fueron los dos jades del Clan Lan, seguidos por los dos orgullos de Yunmeng Jiang. Mientras Wei Ying bromeaba con Lan Zhan como siempre, el Jiang observaba como comenzaba la entrada de Li Min Hao.
El mayor estaba impecable, vestía sus túnicas azules como siempre y mostraba su deslumbrante sonrisa. Verlo en aquel corcel fue algo nuevo para el de prendas violetas, pero no negaría que le había encantado verlo entrar. Muchas jóvenes doncellas le arrojaron flores entre risas y sonrojos, dándole a Jiang Cheng la hermosa vista de su mayor rodeado de bellas flores.
Cuando lo vió, el mayor se le acercó de inmediato.

—A-Cheng.

Lo saludó con una sonrisa.

—A-Hao.

Dijo de la misma manera.

—Te ves precioso.

Halagó el mayor logrando sonrojar al de menor estatura.

—Gracias. Tú también luces bien.

Comentó.

—Como te ves muy bien, creo que mereces esto.

Dijo para entregarle una flor, específicamente un clavel.

—No eres un niño para hacer esto.

Respondió tomando la flor aún con un leve rubor en sus mejillas.

—No pude evitarlo, tu belleza lo merece.

Comentó para finalmente guiñarle un ojo y continuar su recorrido en caballo.

—Que adorable, ¿Tu enamorado te regalo esa flor?

Molestó el Wei.

—Piérdete.

Dijo el menor observando la bella flor.

Más tarde, la caza comenzó. Min Hao caminaba tranquilamente por el pasto, observando los hermosos árboles que combinaban a la perfección con el fuerte celeste del cielo. Desde lejos pudo observar a Jiang Cheng, sonrió y decidió acercarse a él.

—A-Cheng.

—A-Hao.

Ambos se miraron con un brillo especial en sus ojos.

—¿Has cazado algo?

Preguntó el menor.

—Si, creo que fue lo suficiente por hoy. ¿Y tú?

—También creo que fue suficiente por hoy.

Comentó mientras se sentaba en la rama de un árbol, el más alto lo imitó, quedando hombro a hombro. Luego de unos segundos silenciosos, el de prendas violetas decidió hablar.

—El día esta hermoso.

Afirmó mientras observaba el cielo.

—Lo sé. Al igual que tú.

Al decirlo, sus miradas se conectaron.

—¿Qué quieres decir?

—A-Cheng, hemos sido amigos durante años, pero creo que ambos sabemos que nuestro vínculo va más allá de la amistad.

Comentó tomándolo delicadamente de las manos.

—Y-yo...siento lo mismo, A-Hao.

Respondió con nervios y un color carmesí en sus mejillas.

—No sé qué nos depara el futuro. Pero quiero explorar este camino contigo, A-Cheng.

—Yo también deseo lo mismo, desde hace mucho tiempo.

Ambos se acercaron, el mayor acorraló al menor contra el gran troco y comenzó con un dulce y tímido beso que, más tarde, se tornó más apasionado y caluroso. Min Hao introdujo su lengua en la cavidad bucal del menor, quien se sorprendió, pero no se negó. Aquello había sido una afirmación y promesa de amor, de lealtad y compañía.
Al separarse sus respiraciones estaban agitadas, Jiang Cheng soltaba leves jadeos, había sido un beso un poco intenso para él, pero le había encantado.

—He querido hacer eso durante tanto tiempo.

Admitió el mayor con voz ronca.

—Yo también he soñado con esto.

Confesó tímidamente el más bajo.

Atado a tu amor | Jiang Cheng x Male OcWhere stories live. Discover now