DULCE TENTACIÓN © [+18]

𝟎𝟗༶•┈┈┈𝐃𝐄𝐒𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍

𝓐 |𝐴𝑟𝑖𝑎𝑑𝑛𝑛𝑒 𝑊𝑖𝑙𝑙𝑠𝑜𝑛| 𝑾

—¡Mierda! ¡Me saltó el jugo al ojo! —Pataleó Christian tirando la naranja al suelo y frotándose los ojos

Todos comenzaron a reírse al unísono mientras Christian maldecía de mil maneras distintas.

—Serás idiota—Se acercó Aiden mientras contenía su risa— ¿Puedes dejar de frotarte los ojos?

—No. —Otra frotada—Me arde

—Te arderá más si te los refriegas con las manos llenas de esa mierda—Inquirió riéndose

Gianne se acercó dando zancadas rápidas y sujetó sus muñecas apartándolas de sus ojos. La mayoría comenzó a alabar a la pareja, en cambio Aiden, solo negaba mientras levantaba la naranja del suelo.

Sus ojos me encontraron pero inmediatamente los corrió ¿Y ahora que le pasaba?

Era obvio, me estaba evitando, claro, me había besado y eso cambiaba las cosas. Gilipollas. Solté un suspiro y me moví lentamente al sofá, noté la presencia de la chica que había acompañado a Aiden a comprar, me acerqué lentamente y me senté.

Desbloqueé la pantalla de mi celular y comencé a mirar Instagram sin decir una sola palabra, no tenía intención alguna de hablar con ella o lo que sea.

Pero ella si tenía ganas de entablar conversación. Se movió ágilmente hasta quedar sentada a mi lado.

Y lo dijo.

— ¿Eres Ariadnne? —Murmuró imitando mi gesto y encendiendo su móvil

La miré de reojo y sacudí la cabeza. Escuché una risa proveniente de sus labios y me digné a mirarla de frente.

—Y tú ¿Cómo te llamas? —Enarqué una ceja. Acomoda su cabello dejándome ver sus ojos castaños resplandecientes

—Soy Lexi—Me regala una sonrisa

Lexi...Lexi...

ese nombre sonaba tan familiar, como si estuviera guardado en alguna parte, hasta que lo encontré finalmente: "Lexi estuvo conmigo Gia"

Las palabras de Aiden chocaron en mi mente....y también en mi estómago cuando las recordé. Sentía que me costaba tragar con normalidad, una ligera incomodidad me inundaba por completo.

Mi mente no dejaba de reproducir nuestro beso una y otra vez, pero era otro recordatorio de que debía hacer algo lo más rápido posible, ya que al final de todo era todo un juego. Nada más que eso y para él sin duda era uno que estaba ganando.

No debí meterme a la boca del lobo, él mismo me lo dijo 

"Ten cuidado hermosa, porque cuando juegas con fuego puedes terminar quemándote"