Capítulo 18

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 El viaje de vuelta fue bastante relajado. Desde la cabaña hasta la frontera de Rusia no hubo incidentes. Entre todos ayudaron a Gaz y Artemis a subir al avión y pronto ambos se durmieron bajo las preocupadas miradas de todos. Ya habían avisado a Vance, el nuevo compañero médico de la pelirroja, y tendría preparada la enfermería a su llegada. Como a la ida, el tiempo parecía ir extremadamente lento allí en el aire. Todos necesitaba llegar urgentemente a descansar después de aquella misión. De hecho, Price ya estaba planeando una recompensa para ellos. Había hablado en privado con Alejandro y Rudy de unas vacaciones y con su ayuda encontraron el sitio ideal. 

 Tras todo lo ocurrido en Las Almas con "El sin nombre" y su cártel, la ciudad había recobrado su encanto de siempre. La gente podía salir a la calle sin preocuparse de ver a personas armadas por todas partes y, los edificios que habían pertenecido a aquel grupo, habían sido renovados y transformados en hogares para quienes lo necesitasen. "Los vaqueros" habían creado una nueva base de operaciones y llamaron a Alejandro y Rudy para ver si podrían ir uno de esos días para celebrar el aniversario de la caída del cártel. En cuanto se lo contaron a Price, supo de inmediato cual iba a ser el plan. Laswell ya sabía las intenciones del Capitán, así que mientras volvían, se encargó de pedir a sus superiores unos días libres. Ahora lo único que faltaba era que todos aceptasen, así que una vez llegasen a la base, les darían la sorpresa.

 Artemis respiraba ruidosamente mientras dormía, su cabeza apoyada en el hombro de Gaz y la de él sobre la melena pelirroja de la chica. Price, en un acto casi paternal, les puso por encima una manta para darles calor durante el viaje y después se sentó junto a Soap.

-¿Por qué no les adoptas directamente?- Dijo divertido el escocés.

-Cállate.- Murmuró el Capitán con una sonrisa.

 Después de unas horas, llegaron al fin a la base. König, el gran y musculoso hombre austriaco, agarró entre sus brazos a Gaz y lo llevó como a una princesa a la enfermería. El moreno intentaba zafarse de su agarre mientras Soap y Alejandro les seguían entre risas.

-¡Suéltame, puedo andar solito!- Gritaba Gaz, los soldados de la base mirando la escena confundidos.

-Sólo disfrútalo, hermano.- Dijo Alejandro.

-Decidme que alguien lo está grabando.- Bromeó Soap.

-Ni en broma. Como alguno de vosotros grabe esto, estáis muertos.- Respondió de nuevo Gaz, rindiéndose al fin en los brazos de König, que se dedicaba a reírse de su amigo indefenso.- Sois idiotas.

 Mientras, Price y Rudy hablaban entre ellos por detrás y Artemis y Ghost caminaban juntos observando la interacción de sus compañeros desde la distancia.

-¿Y tú por qué no me coges en brazos?- Preguntó divertida la doctora.

-Porque tengo dignidad y orgullo.- Respondió el de la calavera con su usual voz grave.

-Pues que aburrido.

 Al llegar a la enfermería, Vance ya había empezado a inspeccionar a Gaz. Le quitó el cosido de Rudy y volvió a limpiar la herida. Después la volvió a coser, esta vez con la precisión de un verdadero médico. 

-Parece que te estás recuperando bien. La herida no es muy profunda, así que sólo dale un par de semanas sin hacer ejercicio ni nada por el estilo y estarás perfecto.- El médico rubio y de ojos azules sonrió al moreno y le devolvió su camiseta.- Listo.

-Gracias Doctor.

-Me voy a poner celosa, conmigo no eráis tan educados.- Artemis se acercó a su compañero de oficio con una sonrisa.

-Eso es porque tú no nos caes bien.- Bromeó Soap.

 Vance se puso junto a la pelirroja y le ayudó a quitarse su camiseta, pasando la manga con cuidado por su brazo herido. Le quitó también la venda y observó la herida de cerca. Como con Gaz, volvió a limpiar y coser su piel. Después se agachó para observar su torso.

La doctoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora