Spider-Verse: Hambre creciente

29 Buena suerte

29 Buena suerte

Peter se encontró de pie en medio de las paredes de la alcantarilla que se desmoronaban y el equipo desordenado del laboratorio descuidado del Dr. Connors.

Sin inmutarse por el estado caótico del entorno, Peter se puso audazmente un kimono vibrante que agregó un toque de color a la atmósfera, por lo demás, lúgubre.

Para completar su goteo poco convencional, usó una máscara de kitsune y encima de todo, un sombrero de vaquero desgastado agregó un estilo caprichoso,

Aunque puede haber parecido un conjunto inusual, teniendo en cuenta los antecedentes estadounidenses de Peter, el conjunto extrañamente se sintió apropiado.

Mientras Peter continuaba inspeccionando su entorno, su mirada se posó en una multitud de viales que contenían el suero de lagarto incompleto.

La gran cantidad de dosis fue asombrosa, suficiente para infectar potencialmente a toda una ciudad. Se hizo cada vez más evidente que el Dr. Connors se había estado preparando meticulosamente para algo a gran escala.

'¿Estaba tratando de infectar a toda la ciudad y convertirlos en lagartos como él? ¿Para poder gobernarlos con su dominio telepático?'

Las posibilidades inquietantes se arremolinaron en la mente de Peter mientras contemplaba las motivaciones potenciales detrás de las acciones del Dr. Connors. Después de todo, recordó que en The Amazing Spider-Man, este era el plan de Lizard.

Aunque Peter no era particularmente un fanático de Marvel, hubo un momento en que se topó con un cómic que presentaba al Lizard Villain.

En esa historia, Lizard había establecido su dominio sobre Florida, con toda una población de individuos transformados debajo de él. El recuerdo de ese cómic brilló en la mente de Peter, dibujando un paralelo escalofriante con la situación en la que ahora se encontraba.

Cuanto más pensaba en ello, más sentía Peter que Lizard era más fuerte que Spider-Man. Era evidente ver como Gwen estaba perdiendo aunque no fuera una de las versiones más fuertes.

Con una risa juguetona, Peter liberó con cautela a la Sra. Speepee de su muñeca, permitiendo que la linda lagartija translúcida se escabullera por el techo de la alcantarilla.

Sus ojos pequeños y brillantes se clavaron en su amo, como si compartiera un divertido secreto entre ellos. Peter sonrió mientras cerraba los ojos por un momento.

Una mezcla peculiar de calidez y frialdad emanaba de él, creando un aura enigmática. Su mente, atrapada en un estado paradójico, se sentía como si se estuviera deshaciendo por las costuras.

Luego, en un repentino giro de percepción, fue como si un tercer ojo se hubiera abierto, otorgándole una visión extraordinaria que se fusionó con las innumerables mentes que inundaban su conciencia.

En cuestión de segundos, en medio del coro resonante de las aguas de alcantarillado, emergió una multitud de lagartos, escabulléndose por el piso, el techo y las paredes en una exhibición fascinante. Su destino era inequívocamente donde se encontraba Peter.

"Guau..."

Un grito ahogado de asombro escapó de los labios de Peter cuando sus vibrantes ojos rojos se abrieron, absorbiendo el espectáculo que se desarrollaba ante él.

Había lagartijas por todas partes, a la derecha, a la izquierda...

Sosteniendo delicadamente a la Sra. Speepee en sus manos, Peter habló en voz baja, sus palabras transmitían una orden amable.

"Trae al Sr. Poopoo contigo, ¿quieres?"

Conociendo la increíble rapidez de la Sra. Speepee, cuya agilidad alcanzó la velocidad del sonido que él conocía porque ya había probado antes, Peter no albergaba ninguna duda de que su rata mascota se uniría rápidamente a ella en muy poco tiempo.