𝗘𝗹 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗼 - kookgi

Once

Jungkook

En cuanto oí arrancar el coche de Yoongi, arrojé el teléfono contra la pared. Cayó al suelo hecho pedazos, simulando el cómo me sentía en estos momentos. Destrozado. Roto. Desmoronado. Estaba tan seguro de que me quería... A pesar de que nunca había pronunciado las palabras, había estado completamente seguro de que Yoongi me quería a mí y no a Jimin.

Nunca en mi vida había odiado a mi primo, pero en ese momento lo hacia. Lo odiaba por quitarme a Yoongi. Lo odiaba por controlarlo. Le odiaba porque tenía su amor.

Un rugido retumbó por la habitación y apenas reconocí que había salido de mi boca. No podría quedarme. ¿Cómo iba a mirarlos juntos a partir de ahora? ¿Cómo asistiría a la puñetera escuela y observaría mientras lo tocaba? Solo de pensar en el rozando sus labios me ponía frenético.

¿A Yoongi le importaba siquiera haberme destrozado? ¿Había sido un simple juego para él? ¿Pasar el rato con el chico malo mientras su príncipe azul no está?

—Joder, Min Yoongi.

Mi maltrecho teléfono empezó a sonar. Me entró el pánico al pensar que podía ser el, que podía haber cambiado de opinión; fui corriendo a recogerlo y sujeté torpemente la batería para que no se moviera mientras apretaba el botón de responder varias veces, hasta que al fin funcionó. La pantalla seguía a oscuras.

—Hola.

—¿Adivina quién ha llegado a casa temprano para arrastrar tu culo vago hasta el gimnasio a primera hora de la mañana?

Al escuchar la alegre voz de Jimin tuve que resistirme al impulso de arrojar otra vez el teléfono contra la pared. ¿Qué iba decirle? ¿Cómo iba a comportarme como si me alegrara de que hubiese vuelto?

—Jungkook, ¿Estás ahí? —la extrañez en su voz me irritó más de lo que me gustaría admitir.

—Sí, estoy aquí. — mi cuerpo luchaba con el impulso de mandarlo a la mierda. ¿Qué diablos sucedía conmigo?

—¿Qué les pasa a todos hoy? Al menos alguien podría fingir que se alegra de que haya vuelto.

Intenté suprimir el pequeño rayo de esperanza que estaba intentando abrirse camino entre mis pensamientos. Seguro que no se refería a Yoongi.

—Estoy seguro de que tu… eh Yoongi se alegra de tu regreso —respondí. Me pregunté si se había dado cuenta de que había evitado referirme a Yoongi como su novio. No estaba listo para aceptarlo. Jimin soltó un suspiro de frustración.

—No, parecía distraído. Acabo de enterarme de lo de su abuela. Diablos, hermano, tendría que haber estado aquí. Él está triste y yo soy un egoísta por desear que se hubiera alegrado de volver a verme. ¿Lo has visto? ¿Se encuentra bien?

Debía tener mucho cuidado. Había tomado su decisión. No significaba que pudiese hacerlo cambiar de opinión, pero tenía que actuar con precaución. Debía protegerlo.