- Bueno el caso es que me siento mal y aunque quiera evitarlo me siento culpable.

- ¿Culpable de qué? A mí me consta que con lo único que le fuiste infiel a Sebastián mientras fuiste su prometida fue con el pensamiento y eso es en el 100% de las parejas.

- Sí, Sebastián piensa que me perdió, que permití que otro me enamorara delante de sus narices y no se dió cuenta.

- Y tiene razón.

- Ay Mateo, yo también soy culpable de eso, yo permití que Amelia me enamorara y no hice nada para impedirlo.

- Pero eso es porque tu relación con él no estaba sólida y yo creo que en cierta manera Amelia te salvó, yo estoy seguro que no hubieras sido feliz con Sebastián.

- O sea que piensas que con Amelia ¿Puedo llegar a serlo? - Preguntó Luisita sorprendida y con una sonrisa.

- No pero por lo menos te liberó de ese nudo que tenías y sólo por eso tiene mi admiración y mi aprecio.

En ese momento en la empresa "Gómez Corporation" se encontraba, en una de sus oficinas, Sebastián hablando con su hermano Federico todo lo que Luisita le dijo la noche anterior.

- Ella misma me lo dijo con su propia boquita, me dijo que era otro hombre pero no me dijo quien ni su nombre. - Explicaba Sebastián a su hermano dando vueltas por toda la oficina y las manos cruzadas en la parte baja de su espalda.

- Lo que no entiendo es como tu noviecita Nieves que está ocho horas pegada a su jefa, no se dio cuenta de que está con otro hombre.

- Luisita ha estado cuidando su relación de modo que nadie se entere.

- ¿Esa es otra idea brillante tuya?

- ¿Entonces por qué Marcelino y Manolita tampoco se han enterado de la relación?

- Porque Marcelino me quiere y Luisita quiere ahorrarse el discurso largo y tendido que le daría al viejo.

- Y más si no cumple las espectativas de marido que el padre tiene para su hija.

- Luisita no elegiría a cualquier pretendiente, no, tiene que ser un cliente de la firma, un abogado... Y está esperando que pase la tormenta para presentarlo en sociedad.

- Pues a mí me parece demasiado extraño que si Luisita está bastante enamorada, no hayamos tenido todavía ninguna pista o una cara.

- Yo lo que necesito es ponerle una cara para tirarle una bala entre ceja y ceja, lo demás me importa un pepino. - Contestó Sebastián con rabia porque todavía no sabía quién le había robado el puesto de prometido de Luisita para que pudiera llegar a ser presidente de la compañía de su familia.

- ¿Y tú crees que después de tu conversación con Luisita y haciendo desaparecer al tipo, ella volvería contigo?

- Por amor no pero sí por el remordimiento de verme mal y afectado por todo lo que estoy pasando y si se siente mal, voy aprovechar ese sentimiento no por ahora pero más adelante algo se me ocurrirá. - Contestó Sebastián triunfante.

En ese mismo instante sonó el teléfono de Sebastián y cuando vio de quién era la llamada entrante supo que era hora de buenas noticias.

- Buenas tardes Hierro, ¿A qué debo el gusto de su llamada?

- Buenas tardes Zafiro, déjeme decirle que el operativo fue todo un éxito. - Contestó al otro lado del teléfono.

- Uy qué buena noticia esa, entonces esto se merece que descorchemos una botella de champagne y celebremos. - Respondió con superioridad.

Lo que en ti veoWhere stories live. Discover now