Luego de que las chicas tuvieran la pequeña discusión y aclararan sus sentimientos en relación a los sueños de cada una y al talento innato que tenía Amelia para la pintura, se marcharon al apartamento de Luisita para seguir la noche con una cena y estar un rato a solas sin pensar en nada más que no fuera disfrutarse.
- Estamos muy contentos Amelia, ese cliente nuevo nos va a traer muchos beneficios al bufete, Mateo dice que está muy satisfecho con nuestro trabajo, la idea es que él se dedique a los casos de la corte y yo a los que tenga en el bufete, yo creo que por eso nos equilibramos tanto porque siempre nos echamos la mano.- Comentaba Luisita mientras cortaba patatas para la cena.
- Me da mucho gusto por ustedes y que todo vaya muy bien.
- Oyeee, me pareció un gesto muy lindo de tu parte el querer ayudarme llevándome al estudio de Laura aunque sea obligándome porque así fue, pero gracias. - Respondió la morena levantando el dedo.
- Ay ay perdón, perdón si llegué muy lejos, discúlpame te lo juro.
- No, no, estoy pensando en ir a visitarla otra vez estos días, a lo mejor. - Contestó esquivando la mirada.
- ¿De verdad? - Preguntó Luisita entusiasmada.
- Dije a lo mejor. - Respondió de nuevo Amelia levantando el dedo.
- Está bien, está bien, sin presión pero me alegra. - Respondió la abogada con una sonrisa encantadora.
- Amelia tienes mucho talento y yo estoy súper orgullosa de ti, sólo quise ayudarte para que fueras al estudio y hablaras con Laura.
- Y según tú, con su ayuda y enseñanza, llegar a ser una artista famosa reconocida y que todo el mundo compre mis cuadros. - Respondía Amelia acercándose para abrazarla por la espalda.
- Claro, famosísima, por supuesto.
- También fue muy bonito de tu parte pensar en organizar una cena para conocer a tus papás.
- Jumm, ojalá te siga pareciendo bonito cuando llegue el mañana. - Contestó la rubia con una risa traviesa porque Amelia le había besado el hombro.
- Ja ja, estoy completamente segura de que va a ser como enfrentarnos a una gran tormenta.
- Peor, peor que una gran tormenta créeme.
- ¿Sí? - Preguntó la morena besándole la espalda.
- Pero no me importa.
- A mí tampoco. - Respondió Amelia besando su mejilla. - Si lo peor que tenemos que enfrentar en la vida es tu papá, podemos estar tranquilas.
- Eso es verdad. - Respondió Luisita dándose la vuelta para besarla en los labios.
- ¿Sabes cómo nos veo dentro de cinco años? Me imagino tú y yo en un apartamento pequeño, con dos muebles, un par de sillas, una chimenea y un estudio de pintura en el que estaríamos todo el día amándonos. - Respondió la abogada agarrándose a su cuello.
- Me parece perfecto.
- ¿Y tú seguirías siendo abogada?
- Umm sí, pero sin horarios y escapándome de la oficina cada día para venir y hacerte el amor.
- Mi amor, ¿qué pusiste en el horno? - Preguntó Amelia oliendo la comida.
- Lasaña.
- ¿Y se mete con caja y todo? - Luisita pegó un salto para abrir la puerta del horno porque había metido la comida congelada sin quitar el envoltorio.
ESTÁS LEYENDO
Lo que en ti veo
Mystery / ThrillerAmelia es una chica que por circunstancias de la vida y por haber crecido sin un padre, se crió en la calle rodeada de ladrones, drogas y traficantes y sólo con la ayuda de su madre gravemente enferma ha podido salir adelante. Luisita es una abogada...