Butters One-Shot

1.9K 119 73
                                    

Requested: danielalva495811

-->Él te invita a una cita pero...

Era casi la una de la mañana y Butters ya se encontraba frente al espejo intentando escoger su vestuario para su salida en la tarde. Hace dos días que finalmente había encontrado el valor para confesarse y mentalizarse en caso de rechazo. 

Para su sorpresa aceptaste a una cita en sábado en un restaurante que Butters dejó que eligieras. Era su primera cita y él estaba más que nervioso. ¿Qué debía ponerse? ¿Cómo debería actuar? ¿Debería llevar flores o algo?

Buscó de todo en Google y Youtube, finalmente llegó a la conclusión de que debía ser simple, "Actúa cómo tu mismo y si no le gustas así entonces ahí no es" había dicho el chico del video.

Decidió vestirse ni muy formal pero tampoco tan casual. Él se preocupó más por su apariencia más que nada entonces cuando estuvo satisfecho salió de su casa para ir a buscarte a la tuya.

Tú también ibas vestida casual pero te veías increíble en sus ojos. La conversación durante el camino fue bastante corta y sobre temas normales cómo "¿Qué hiciste ayer?" o "¿Qué desayunaste hoy?".

Llegaron a uno de los pocos restaurantes bonitos en South Park, era cálido en temperatura, mientras que afuera había una brisa fría, pero también el ambiente lo era. 

Ya eran amigos desde hace tiempo y aunque el empezar una relación era nuevo para los dos, ya se tenían cierta confianza y comodidad al hablar.

Después de ver el menú cada uno pidió una comida diferente por lo que cuando les trajeron los platos le pediste que te deje probar un poco, él accedió y tú también le dejaste probar de tu plato. 

Todo pasaba normal y había muchas risas, definitivamente volverías a salir con él. Cuando ambos terminaron pediste al cuenta a un mesero y al momento de pagar Butters fue el primero en hablar.

-Déjame pagar-

-No, podemos cada quien pagar lo nuestro, no quiero que gastes tanto- dijiste pero él insistió. Mientras buscaba en cada uno de sus bolsillos su billetera se dio cuenta de que no estaba ahí, se asustó pero igual buscó por todos lados, ¿Se le habrá caído? ¿Le habrán robado?

Rio nerviosamente mientras buscaba con sus ojos para no parecer preocupado. Pensó lo peor hasta que volvió en sus recuerdos y recordó que al preocuparse tanto por su apariencia olvidó lo más importante: el dinero.

-Hamburguesas, creo que... b-bueno yo... tal vez olvidé... mi billetera- no lo dijo tan alto ni te miró a la cara por la vergüenza pero igual lo entendiste, él jugaba con sus dedos nerviosamente. Sonreíste aunque él no te estuviera viendo.

-Está bien, yo pagaré, no pasa nada- le respondiste, él subió la mirada con sus mejillas rojas.

-En serio, lo siento. Y-yo te invité, yo debería pagar pero estaba demasiado nervioso y terminé olvidando todo lo importante. Espero que no te dé una mala impresión de mí, no fue a propósito. Es que... quería verme bien y me arreglé demasiado, yo... ¡agh! Lo siento- habló rápidamente, apenado.

-Butters, está bien. Lo importante es que estamos aquí y nos divertimos ¿No?- él asintió en silencio- Yo pagaré- sacaste tu billetera y pusiste el dinero donde correspondía. Pronto un mesero se lo llevó, Butters seguía bastante apenado.

-Te lo devolveré, lo prometo-

-No pasa nada. Puedes devolvérmelo en una segunda cita-

-¿Q-quieres volver a salir conmigo?- sonrojado, finalmente subió la cabeza para mirarte a los ojos, asentiste con una sonrisa que lo contagió a él también, -Gracias...- murmuró

-No tienes porque agradecerme. Me gustas, Butters. Y no importa si nuestra cita sale mal o lo que sea, me gusta estar contigo- ante esto él se sonrojó aún más

-Gracias, bueno yo... no sé cómo responder-

-No tienes que hacerlo- él sonrió

-Uhm, ¿Puedo llevarte a tu casa?- asentiste

Total, salieron del restaurante y el camino fue agradable. Todavía era la tarde y el sol estaba fuerte, Butters propuso caminar bajo los techos de las tiendas para no rostizarse. Siguieron hablando de varias cosas, aunque ya se conocían bien por su amistad, cada día podían aprender aún más sobre el otro.

Al llegar, parados en la entrada se miraron a los ojos. Él estaba listo para despedirse e irse a su propia casa, acostarse en su cama en posición de estrella y mirar el techo mientras pensaba en ti, hasta que tu tacto lo tomó por sorpresa.

Tus brazos se enrollaron alrededor de sus hombros y tu cabeza se posó sobre su hombro. Luego de unos dos segundos volteaste tu rostro para dejar un beso en su mejilla.

-Nos vemos, Leo- su corazón latía a mil por lo que sólo pudo responder con un "Sí" tartamudeado. Seguido, entraste a tu casa y él regresó a la suya con la sonrisa más grande.

❝𝐒𝐎𝐔𝐓𝐇 𝐏𝐀𝐑𝐊; 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒❞Where stories live. Discover now