- "¡Lo siento. No pierdo mi tiempo en hombres!"
➙ Kristen se reencuentra con su peor pesadilla,
El famoso guitarrista de la increible banda 'Tokio hotel'. Ella no se quedará de brazos cruzados y hará lo posible por lograr que él reciba lo que merec...
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→ Party, and Jace. Sixteen.
Cuando Georg dijo que saldríamos para poder ayudar a Bill, jamás pensé en esto.
Me encontraba junto a la banda camino a una fiesta, habían sido invitados y decidieron llevarme con ellos. Mentiría si dijera que no estaba emocionada ¡Realmente lo estaba! Sabía que estas fiestas eran una locura.
Según el cuarteto, todo lo que sucediera esta noche sería en nombre de la diversión, ya que solamente habían aceptado para distraer a Bill y lograr que se divirtiera.
Todos sabemos que eso no es totalmente verdad.
—Espero que estés lista para esto —Canturreó Bill, yo solamente lo miré curiosa.
—¿A qué te refieres con eso?
—La ultima vez que salimos de fiesta a un lugar de este estilo, Tom terminó hospitalizado por sobredosis —Me giré rápidamente hacia el mencionado, este sonrió con arrogancia.
—¿Qué? Solo vivía el momento.
—Como sea —Rodé los ojos.
¿Vivir el momento? Que estupido.
—No se olviden de cuando Gustav terminó con un grupo de fans desnudas en su habitación —Agregó Georg.
—¿Es en serio? —Miré con una mueca a Gustav, este asintió lentamente—¡Son todos tan exagerados!
—Podriamos incluirte en eso, tengo el presentimiento de que hoy harás alguna tonteria —Bill me miró juguetonamente, golpeé su brazo a forma de juego.
—No digas tonterias.
El carro se detuvo bruscamente, dejandome algo aturdida. Bill y Tom salieron rápidamente, seguido por Gustav y Georg, este ultimo me ayudó a bajar.
—Gracias —Le sonreí, en respuesta hizo lo mismo.
—¡No perdamos más el tiempo! —Bill jaló bruscamente mi brazo, obligandome a entrar al enorme recinto.
—Bill ¿Podrías soltarme? Estás lastimándome —Mi brazo seguía siendo sostenido, pero con un fuerte agarre.
—Lo siento, la emoción —Sus ojos estaban iluminados.
—Está bien ¡Pero sueltame! —Finalmente lo hizo. Estaba aprentado demasiado mi brazo.
—¿Donde iremos? —Preguntó Gustav.
—Yo voy por allá —Apuntó Tom hacía unas rubias—No se preocupen por mi.
—No lo haremos —Me miró de mala manera, pero después me sonrió y se fue.
