17 - Inusual e incómoda cacería

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—Pudiste decirme que tenías un problema

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—Pudiste decirme que tenías un problema.

Mjiern Ar'Farith sintió que se encogía.

La mayoría de las veces era Nevan quien recibía los regaños y quejas de sus amigos, por eso cuando era él quien regañaba resultaba más incómodo de lo que estaba acostumbrada.

Ella podía tolerar las quejas de su padre o los ancianos del consejo sin problemas, pero cuando Nevan le miraba con verdadera molestia, sabía que había metido la pata en algún momento.

Luego de regresar de su reunión con el comandante Eid'Viaj el joven mago había aprovechado que estaba sola en el salón de Papeles para increparle por la verdadera naturaleza de su visita a la fortaleza.

Por un lado agradecía que el hombre no haya divulgado ningún detalle sobre dicha misión, pero con una sola mención bastaba para levantar las sospechas de Nevan. Ella sabía mejor que nadie que, aunque su mala actitud era un problema, Nevan Grant no era estúpido, y podía notar cosas que el resto pasaba por alto.

—Sé que debe ser confidencial y yo soy humano y extranjero, pero soy tu amigo y me gustaría ayudarte.

—¡N-no se trata de eso!

—Entonces ¿cuál es el problema? Es obvio que es algo peligroso si a mi me dejaron el caso del asesino.

—Sí es confidencial —dijo ella, su gesto casi apenado—. Tengo órdenes de no discutir esto con nadie excepto mis superiores directos, pero aunque es delicado no es tan peligroso como parece. ¡Lo prometo!

—Mmm...

—Pero eres algo así como mi último recurso.

—¿A qué te refieres?

—Ya sabes que el alto consejo de líderes no me toma muy en serio. Si te involucrara de la nada quizás perdería la poca confianza que me tienen, por eso estoy siendo precavida.

—Entiendo pero...

—Oh vamos, si fuese tan peligroso no dudaría en pedirte ayuda, Nevan.

—Más te vale.

—Ajaja...

Mjiern se apresuró a cambiar el tema y mencionó un par de cosas sobre lo que harían para el almuerzo. Recién al decir eso fue que Nevan notó que el salón en Papeles estaba casi desierto.

—¿Dónde están los demás? —preguntó él.

—Maese Balnok está en el archivo preparando un informe para enviar a las Islas del Límite Blanco —dijo Mjiern—. Verkal y Merath fueron llamados a la cocina principal por la comida que robaron.

—¿... Van a estar bien?

—Bah, tranquilo. Merath tiene autorización directa del comandante y Verkal tiene autoridad como capitán de uno de los escuadrones de Ceos.

La Balanza de Itier | El Legado Grant IIWhere stories live. Discover now