Not So Innocent | Draco Malfoy | traducción esp.

SIETE

Eliza's pov

Mi estomago se retorcía en nudos mientras caminaba hacia Defensa Contra las Artes Oscuras después de un largo día de clases. Estaba agradecida de que fuera la ultima clase pero honestamente, estaba nerviosa por ver a Draco.

Daphne estaba a mi lado hablándome de algo que no escuchaba. Todo lo que podía pensar era en lo que él me dijo la otra noche... "Me gustó."

Le gustó besarme. Le gustó y a mi tambien. Creo que eso lo más aterrador de todo. El año pasado no era nadie y ahora estaba besando a Draco Malfoy en fiestas. Solo pensar que eso no se sentía real, más bien como una broma cruel que él me estuviese jugando. Tal vez le debería contar a Daphne.

—¿Me estas escuchando? —Daphne chasqueó y giré mi cabeza en su dirección. Ella estaba sonriendo pero podría decir que se preguntaba qué me tenía tan aturdida—. ¿Qué es lo que te tiene en las nubes? —preguntó, uniendo su brazo con el mío.

—Nada —mentí mientras me encogía de hombros.

Ella tarareó una risa poco antes de separarse de mi. Mientras caminábamos dentro del salón de clase ella dijo:

—Si, si yo besara a Draco Malfoy tambien mentiría.

—¿Qué? —murmuré pero ya estaba dirigiéndose a su escritorio con una sonrisita traviesa en sus rosados labios. La clase se llenó rápidamente y antes de poder preguntar algo más me dirigí a mi escritorio. Ella lo sabía. ¿Alguien más lo hacía?

Me senté y mis piernas brincaron bajo la mesa. Estoy desesperada para que esta clase termine y poder cuestionara a Daphne.

—Hola, preciosa —escuché una voz profunda mientras el asiento a mi lado era arrastrado. Me giré y conecté mis ojos con los de Draco. Parecía sorprendida aunque ya sabía que era él.

Él me llamó preciosa y sabía que mis mejillas se había sonrojado por lo caliente que se sentían. Me volví a girar sin decir nada. Y entonces, sentí su mirada ardiendo en mi piel, podía asegurar que tenía una sonrisa en sus labios.

Snape entró e inmediatamente libros fueron cayendo en nuestros escritorios frente a nosotros. Agarré uno y estaba un poco tentada de golpear a Draco con el si no paraba de mirarme pronto.

—Estos serán sus libros para este año —Snape habló en voz alta para la clase—, tienen que leerlos y anotarlos antes de Navidad, ¿ha quedado claro?

—Si, profesor —la clase respondió.

Cometí el error de girar levente mi cabeza y ver a Draco. Tenía razón, Draco estaba sonriendo y de repente me sentí pequeña y diminuta. Estaba muy consiente de la forma en la que él me hacía sentir. Una sensación tan extraña. Algo fuerte que nunca había sentido antes. Quería besarlo otra vez.

—¿Hay algo que quieras decirme? —le pregunté, mi voz sonaba baja y tranquila, como un valiente susurro.

—No —respondió tranquilo y lento.

—¿Entonces por qué me estas mirando? —alcé mis cejas con una confianza y valentía que de repente tenía.

Su mirada pareció intensificarse. Observé como su cabeza se inclinaba levemente, y en ese momento fue cuando toda mi confianza y valentía se evaporaron. Tragué grueso, viendo como su mirada pasaba de mis labios a mis ojos. Sostuve el libro más fuerte. Y entonces Draco se inclinó hacia mi.

—Creo que eres bonita —susurró pero su voz sonaba tan grave y áspera que parecía un gruñido.

Escalofríos hicieron su camino por mi columna vertebral tan rapido que casi jadeo. Él volvió a su posición inicial y sonrió cuando vio mi cara, aparentemente disfrutando la forma en la que yo me veía por sus palabras. No sé porqué pero estaba sin habla y tan jodidamente nerviosa.