[OBRA EN PROCESO]
Mini historias que narran las aventuras de Draco Malfoy y Tom Felton en líneas de tiempo alternas, donde la protagonista de cada historia eres tú ❤️ Algunas de ellas son tiernas, mientras que otras tienen un toque picante 😏
Si te...
Esta historia contiene spoilers de "Beyond the Wand"
~~~~~ O ~~~~~
Era un día soleado de verano en la playa, y el actor famoso de 25 años, Tom Felton, estaba emocionado por aprender a surfear con sus amigos. Él nunca había tenido la oportunidad de probar este deporte, y como estaba de visita en California, no dudó en aceptar la invitación de sus amigos.
Tom pensó que sería pan comido. Después de todo, estaba acostumbrado a andar en patineta desde que tenía 10 años. ¿Qué tan diferente podía ser?
Para su sorpresa, no fue tan fácil como creyó. La tabla de surf parecía tener vida propia, y después de muchos intentos fallidos, terminó a cuatro patas en la orilla, vomitando toda el agua salada que había tragado en su última caída. Estaba exhausto y frustrado.
De repente, Tom notó a una muchacha que lo miraba con curiosidad a unos metros de distancia. Ella tenía una cámara fotográfica en las manos.
"Ahora no", pensó Tom. "Por favor, ahora no".
Pero la muchacha seguía mirándolo y parecía dudar si debía acercárcele o no. Entonces Tom gruñó y se puso de pie de mala gana, pues lo que menos quería en ese momento era tomarse una foto con una fan.
—¡Vamos, acércate! ¡Terminemos con esto de una vez! —le dijo Tom a la muchacha en un tono poco amigable.
Esa reacción la puso muy nerviosa y comenzó a dudar aún más si debía acercársele o no.
"No tengo todo el día", pensó Tom.
—¡Vamos, ya sé cómo va esto! ¡Tomemos la foto de una vez! —insistió, y con un movimiento involuntario, señaló su tabla de surf.
La muchacha se le acercó tímidamente y, con un notorio acento francés, le preguntó:
—¿Con la tabla?
—Sí, podemos sacarnos una foto con mi tabla, si quieres —replicó Tom, ceñudo.
—¡Oh, no! Yo no quiego una foto con tu tabla —dijo la muchacha negando con la cabeza—. Iba a pedigte el favog de que me tomagas una foto. Estoy de vacaciones aquí. Pego olvídalo, cgeo que estoy molestándote. Se lo pedigué a alguien más.
En ese momento, Tom cayó en cuenta de que ella no tenía la más mínima idea de quién era él y se sintió como un completo idiota, como un idiota arrogante al que se le habían subido los humos a la cabeza. Pero antes de que Tom pudiera decir cualquier cosa, la muchacha ya se había acercado a uno de sus amigos para pedirle que le tomara la foto.
El amigo de Tom tomó la cámara y capturó algunas imágenes de la muchacha mientras disfrutaba del sol y la playa. Tom los observaba disimuladamente, y durante la sesión de fotos se dio cuenta de que la muchacha era realmente encantadora y amable. Él quería disculparse, pero la vergüenza que sentía pudo más que sus intenciones de enmendar su error, así que no lo hizo.
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