13 - El renacer de Ultrón

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"Ha transcurrido un año, el mundo ha continuado con normalidad. No ha habido nuevas noticias de Ulises Klaw o Alkhema, quienes se han mantenido fuera del radar. La agencia SHIELD no ha tenido resultados positivos en sus tareas de vigilancia en las zonas de conflicto, lo cual ha generado gran preocupación dentro de la organización.

Mientras tanto, los héroes continúan con sus vidas, y con el tiempo las parejas románticas que se habían formado han progresado en sus relaciones".


Mansión de los Vengadores.
Nueva York.


Dos antiguas compañeras de labores se reencontraban después de un par de meses sin verse.

Hill: Hola Bobbi, ¿cómo has estado?

Morse: Muy bien, todo ha estado tranquilo.

Hill: Y Clint, ¿cómo se ha sentido?

Morse: A veces creo que él se siente mucho mejor que yo, y me da un poco de envidia.

Hill: Lo importante es que ambos están felices. Veo que ha crecido bastante.

Morse: Así es, ya son ocho meses.

Hill: Vaya, ha pasado rápido el tiempo. Y te lo tenías bien escondido.

Morse: Es que con todo lo que ocurría, no queríamos revolucionar mucho las cosas.

Hill: Entiendo. Pues bien, estoy muy feliz por ustedes tres.

Morse: Tengo entendido que el Capi también está esperando un bebé.

Hill: Vaya, pensé que estabas alejada de todos.

Morse: Ya sabes, Clint siempre está en contacto con Natasha.

Hill: Ya veo, entonces sabes que tiene cerca de siete meses.

Morse: Sí, lo sabía. Lo bueno de todo, es que Francis tendrá un amiguito para jugar.

Hill; ¿También lo sabías? Vaya. Pensé que estabas retirada del espionaje. Jajaja.

Morse: Jajaja.

La conversación continuó durante varios minutos más, donde las dos agentes de SHIELD estuvieron poniéndose al día sobre las últimas semanas, mientras reían de buena gana.

En otro punto del planeta alguien también estaba pronto a nacer, aunque en secreto y oculto de la humanidad.

Alkhema: Vamos señores, necesitamos conectar todo.

Ayudante: Sí señor, vamos lo más rápido que podemos.

Alkhema: Como siempre, no es suficiente. Apuren el paso.

Ayudante: Enseguida señor ―dicho esto, se giró hacia donde estaba un grupo de personas con apariencia de indigentes―. Vamos caballeros, apuren ese paso, que debemos dejar todo listo hoy. Si no se apresuran, no volverán a tener cuatro comidas diarias nunca más.

El grupo de indigentes sumaba alrededor de cuarenta personas, todos trasladando instrumental altamente tecnológico, el cual era dispuesto de acuerdo a las indicaciones que les entregaba el Ayudante, las cuales provenían directamente de Alkhema.

Alkhema: Ayudante, ya falta poco. Las piezas deben estar situadas de la misma forma que aparece en estos planos, para proceder con la conexión de todo.

Ayudante: Sí señor, estoy procurando que no haya errores. Que bien que logramos trasladar todo a esta ubicación, mientras usted daba una paliza a esos mal llamados héroes.

Una nueva era: La revolución del aceroWhere stories live. Discover now