Besos de Colores |Calum/Michael|

Epilogo.

CALUM.

Tres años despues.

—¡CALUM!

Antes de que pudiese darme la vuelta, un peso muerto cayó sobre mi. Tomando un respiro, sonreí al sentir el perfume de Michael rodearme seguido de su sonriente rostro al abrir los ojos. El chico llevaba su cabello del mismo tono rojo que tenia cuando nos conocimos, su enorme sonrisa tambien parecia ser la misma.

Girandome con cuidado bajo su cuerpo, lo rodee con mis piernas con la suave sabana solo cubriendo mi miembro y lo miré. Se veía un poco jadeante y palido. Cuando Michael sonreia estando palido, era porque habia hecho algo y estaba intentando comprarme.

—¿Que sucedio? —pregunté, quitando su flequillo de su rostro—. No, dejame reformular eso, ¿que hiciste?

—Uh... —miró mi cuerpo desnudo con lentitud antes de volver a mi cara—. Despues te digo, ahora quiero sexo.

—No —lo tomé de los hombros—. La última vez que dijiste eso, lo hicimos mientras la cocina se incendiaba. No voy a volver a arriesgarme, ¿que hiciste, Mike?

—¿Por que crees que hice algo? —bajo la cabeza y mordisqueo mi pezón logrando que jadeara—. He sido un niño bueno por dos días.

—Por eso —acune su rostro, alejandolo de mi cuerpo para mirarlo—. Es un nuevo record para ti, sé que hiciste algo para romperlo.

—Besame y confesaré. —aseguró.

—Confiesa y tal vez te bese.

Se encogio de hombros—. Siempre puedo besar otra parte de ti.

Bajó besos por mi pecho con cuidado, tomé su cabello en un puño y lo jale cuando intentó besar mi miembro. Él solo levanto la mirada hacia mi con una sonrisa, antes de tomar mis manos y plantarlas a los lados de mi cuerpo reteniendolas allí.

—Michael, no lo hagas —gruñi/gemi cuando dejo un beso en mi miembro sobre la tela que lo cubria—. Michael.

Colocando su boca en la punta humeda, soplo aliento caliente humedo logrando que jadeara corcoveando contra la cama. Gemi cuando paso la lengua, asegurandose de que la humedad llegara a mi miembro antes de chupar suavemente. Senti sus dientes raspar mi carne cuando quito la sabana con suavidad, el material rozando mi piel.

Un gemido largo y lastimero escapó de mis labios cuando lamio mi erección desde las bolas hasta la punta, metiendo la misma en su boca cuando llego a ella. Mis cadera se movió hacia arriba por voluntad propia, buscando más profundida y logrando que el chico me soltara las manos para mantenerme firme contra la cama. Mis dedos se enterraron en su suave cabello mientras chupaba, ahuecando sus mejillas y bajando por mi erección.

Sabia que debia detenerlo porque estaba muy seguro de que habia hecho algo pero todavia no sentia olor a humo ni nada por lo que podiamos gastar unos minutos en esto. Senti dos de sus dedos colarse a un lado de mi miembro, dentro de su boca y sabia lo que haria. Una vez que los sacó, puse mis piernas en sus hombros y me aferré a la almohada mientras esperaba.

Su dedo sondeo mi agujero con suavidad mientras volvia a tragarse mi erección hasta la raiz. Mis manos se aferraron a las sabanas casi por propia voluntad. Gemi y jadee, sintiendo la punta de uno de sus dedo hundiendose en mi. La invasión envio un escalofrio a través de mi cuerpo mientras lo sacaba y lo metia.

Sus dientes rasparon la vena que recorria mi miembro, mi cuerpo se arqueó al tiempo que sentia un dedo entero dentro de mi. Mis ojos estaban cerrados para ese momento y lo unico que podia hacer era jadear y gemir mientras sentia más dedos introducirse en mi.