Capitulo 6.

188 29 9
                                    

MICHAEL

La clinica donde Calum nos guió no es muy grande, del tamaño de una casa de un piso. Si no hubiese sido porque el moreno ya habia estado allí antes la hubiese pasado totalmente por alto, ya que era exactamente igual a las demás casas del vecindario. El cual era demasiado lujoso para mi gusto, siendo que naci y crecí en uno seis veces peor que ese, sabia diferenciar un lugar donde vivian personas con dinero.

—¿Es una clinica privada? —pregunté, extrañado.

—Mmm. —Calum asintió, mirandome sobre su hombro—. Louis dijo que las única manera de que alguien soportase mi mal humor es que les pagaran un buen sueldo para ello. Siendo privada, no tienen más opción que soportarme.

—¿En una escala del uno al diez, donde exactamente se coloca tu mal humor luego de esto?

—¿Con el diez como malo? —hice un sonido afirmativo—. Doce u trece.

—Okey. —suspiré preparandome mentalmente mientras empujaba la puerta principal y entrabamos a la clinica.

Calum volvió a mirarme—. No tienes que hacer esto, Michael, si quieres vete con Noah —dijo—. Le pediré a Lauren o Joe que vengan por mi luego, ellos son las únicas personas capaces de soportarme despues de una sesión.

—¿Quienes son Lauren y Joe?

—Los gemelos que estaban conmigo cuando llegaste. —señalo—. Ellos estan un poquito, desequilibrados pero son buenas personas y los únicos amigos que tengo aquí.

—Me gustaria conocerlos. —comenté.

—No, no te gustaria —rió—. Lauren esta totalmente desequilibrada e intentara meterte en alguna pelicula porno casera en cuanto te vea y Joe, bien, él es tranquilo pero se deja arrastrar por su hermana.

Me incline para que mi boca quedara pegada a su oido—. Si es contigo, me presento de voluntario para hacer la pelicula porno.

Pude notar su rostro sonrojarse cuando bajo la mirada, intentando ocultarse. Irguiendome nuevamente, sonreí mientras lo empujaba por el pasillo hacia la recepción. Una chica rubia detrás del mostrador le sonrió brillantemente a Calum, pidiendole sus datos antes de enviarlo por un largo pasillo.

—Aquí es la sala de espera. —apuntó al llegar a una pequeña habitación con dos filas de sillas plasticas. Sentandome en una de ellas, arrastre la silla de Calum para que quedará frente a mi.

El chico se veia precioso aun con Noah en sus brazos, mirandolo fascinado. Sabia que el bebé iba a ablandar al chico, al menos no me habia atacado realmente desde que lo habia colocado en sus brazos. Tenia que pensar en la posibilidad de postularme para ser la niñera de Noah más seguido. Amaba cuidar al pequeño y que me diera puntos extras con Calum solo lo hacia mejor y mejor.

Calum levanto la mirada, observandome con curiosidad—. ¿Por que me mirás así?

—Te ves bien con él —sonreí—. Creo que vamos a tener al menos cinco de esos luego de que nos casemos.

—¿De que hablas?

—Bebés —dije obvio—. Tres niñas y dos niños, ¿que te parece?

—Que estas enloqueciendo más a cada segundo que pasa —soltó, aunque pude ver una pequeña sonrisa intentando curvar sus labios—. ¿Que te hace creer que me casaria contigo?

—Soy demasiado lindo para rechazarme, ¿no lo crees? —parpadee hacia él, intentando parecer bonito.

El moreno me miró por un segundo, antes de sacudir la cabeza con diversión—. No me casaré contigo, Michael.

Besos de Colores |Calum/Michael|Where stories live. Discover now