Capítulo 10

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"Café y confesiones"

23/Agosto/2022

CAM'S POV:

Son aproximadamente las 10am y voy en el avión camino a Bélgica.
Después del summer break, había que regresar a la rutina cotidiana, y en parte tenía que llegar algunos días antes a la pista.

Spa es mi carrera favorita del año por mucho, la pista, la gente y el paisaje hacen que sea la predilecta para ser una de las mejores carreras de la temporada.

Me sentía muy cansada y aún quedaban varias horas de vuelo.
Sentí mis párpados cerrarse poco a poco, me incliné un poco en la ventana y cuando menos me di cuenta, quedé dormida.

....

Sentía la adrenalina correr por mis venas, el aire golpear el monoplaza y el olor a los neumáticos comenzando a desgastarse.

Estaba a nada de cruzar esa línea de meta.
Cuando lo hice sonreí.

—¡Felicidades Cam!—gritó Toto.

Estacioné el monoplaza y baje corriendo de él, a lo que creería que sería para abrazar a mi equipo, pero en cambio otros brazos me recibieron.

Max me apegó a su cuerpo, sentía su corazón latir fuertemente.

—No sabes lo orgulloso que me haces sentir, cariño—me regaló esa sonrisa tan suya, sus bellos ojos azules brillaban.

Sonreí y le di un corto beso en los labios.

Atrás de Max otra persona me esperaba, era mi padre quien solo sonreía y saludaba con la mano.

Cuando abrí los ojos nuevamente sentí una oleada de nerviosismo recorrer mi cuerpo.

¿Qué carajos?

Una jugarreta de mi inconsciente, tratando de que Max volviera a tener cupo en mis pensamientos, pero eso es lo que menos quería.
Sacudí la cabeza ligeramente, tratando de alejar ese estupido sueño.

Al fin y al cabo, eso es lo que era, un estupido sueño.

Vi la hora en mi celular, 11:48am.

Me levanté de mi asiento para ir a lavarme el rostro con agua fría al pequeño baño del jet.

Trataba de alejar ese pensamiento, pero en mi cabeza solo se repetía esa escena de Max llamándome cariño y después el beso.

Necesitaba una distracción inmediata.

Trate de leer, ver algunos reportes en las noticias, jugar un juego en mi celular, leer tweets e incluso ver una serie, pero nada servía.
Aún tenía plantada esa escena en mi cabeza.

Volteé a los asientos delanteros.
Lewis solo seguía dormido en el otro extremo del jet, se veía tranquilo.

A pesar de su corta edad, Lewis es de la personas más sabias que conozco.
Había podido entablar una gran relación con él, lo cual me alegraba mucho porque en mi primer año en Mercedes estaba tan nerviosa de que no nos llevamos bien y todo se fuera al traste.

Afortunadamente no fue así, Lewis me acompañó en mis peores y mejores carreras.
Siempre estuvo ahí para ser un hombro en el cual llorar, o abrazarme diciéndome lo mucho que me merecía esa victoria.

El momento en que anunciaron mi llegada a Mercedes, automáticamente nos comenzaron a llamar como "La escudería más diversa"
Hasta la fecha, nos llegaban cometarios racistas y machistas.

Anxiety | Max Verstappen Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon