Anxiety | Max Verstappen

Capítulo 30

"Piloto de reserva"

2/diciembre/2022

11:15am

Cambio de canal tratando de encontrar alguno que parezca interesante pero en todos hay lo mismo.
Romcoms, concursos de pastelería, películas de la Segunda Guerra Mundial y series de los años 60s, pero paro en seco cuando veo una nota en un programa de noticias con mi nombre.

"¿A qué se debe la desaparición de Camille Watson?, ¿Qué esconde la campeona del mundo?

No había podido hacer una aparición pública, tampoco había posteado algo en redes más que una foto con el equipo y con mi trofeo, y eso porque mi publicista me pidió que lo hiciera hace una semana.

Han pasado ocho días desde que dieron de alta a mi madre, la he acompañado a sus sesiones de terapia, le he cocinado el desayuno y he pasado bastante tiempo con ella en la clínica.

Hasta el día de hoy no había tenido tiempo para mi sola, mi único plan era ver estar con Luna y con un poco de suerte, descansar.
Ni siquiera me había molestado por cambiarme la ropa, solo quería un día de estar acostada, pedir delivery y ver FRIENDS o Brooklyn 99.

Desde el momento en que pisé el hospital, olvidé por completo que soy campeona del mundo, lo único que me importaba fue mi madre.

Entonces es un golpe de realidad que cada que prendo la televisión y veo mi nombre ya no es con la leyenda "Piloto de Mercedes" ahora es "Campeona del mundo"

Lo cual hace que mi corazón salte de alegría.
Había hecho muchos sacrificios por ese titulo y trofeo que me será entregado el próximo 10 de diciembre.
Valió la pena todo, todas las lágrimas y sudor derramado.

Mi mirada se posó en la estantería, en los recientes trofeos, desde el de Monza hasta el de Abu Dhabi.
Ya había hecho un espacio especial para el de campeona del mundo.

Sonreí inconscientemente.

Luna estaba dormida a mi lado, se veía tan apacible.
Pero el sonido del timbre hizo que abriera los ojos y corriera a la puerta, soltando un fuerte ladrido.

No esperaba a nadie, mi madre seguía en la clínica, Max estaba en Mónaco con Kelly, Charles estaba en Maranello y mis amigas estaban en el winter break de la universidad tratando de descansar.

Me levanto del sillón, camino hacia la puerta con cautela y observo por la pequeña rendija tratando de distinguir la figura.

—Soy yo, Cami— la voz de Mick suena del otro lado de la puerta, haciendo que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.

No habíamos cruzado palabra desde el día del hospital y ahora venía a mi casa sin previo aviso, lo cual hace que me de una pena horrible abrir la puerta.

Abro la puerta lentamente con la esperanza que sea mi imaginación y no haya nadie afuera.

—Mick...— no tenía palabras en la boca para expresar la sorpresa que sentía en ese momento— Dios, perdona el descuido pero no esperaba verte hoy— digo tratando de acomodar el cabello detrás de mi oreja.

Mick me escanea de arriba a abajo y casi me siento desnuda bajo su mirada.
Hace un frío terrible en Londres, así que llevo unas medias, encima de ellas un pantalón térmico y encima de todo eso una sudadera enorme, igual térmica.