El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock.
Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que demostrar que se merece ese asiento en Mercedes, pero un neerlandés no se lo hará tan fácil.
Camill...
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23/febrero/2023
Narrador omnisciente
La temporada 2023 estaba a la vuelta de la esquina. Y eso solo significaba una cosa, tests de pretemporada. El anuncio de cada livery había fascinado a todos lo fans.
Pero pareciera que no importaban los autos corriendo por el circuito de Bahrain, lo único destacable eran los rumores que habían salido después de esas fotos.
Estaban en todas partes.
Nadie preguntaba por el trabajo de los ingenieros al diseñar un monoplaza competente, ni por las expectativas de la temporada. Todos se preguntaban lo mismo.
"¿Qué saben de la chica misteriosa de Max Verstappen?"
Cuando Camille Watson llegó al circuito, varias cámaras comenzaron a tomarle fotos a la actual campeona del mundo.
—Camille, eres cercana con varios pilotos, ¿Sabes algo de la chica de Verstappen?— un entrevistador acercó el micrófono a su boca.
—Agradecería más si me preguntan algo respecto al W14— dijo, evadiendo la pregunta en su totalidad.
La piloto de Mercedes llevaba puestos lentes negros, no solo por los cegadores rayos del sol, sino que era una forma de esconder una mirada delatadora.
Desde ese día en el bosque, sus conversaciones de la pareja de pilotos se habían reducido. El temor los había arrimado a dejar de salir de manera constante, tanto que para su segundo aniversario tuvieron que pasarlo en casa de la piloto de Mercedes.
Por suerte, nadie había sugerido que ella era la chica de la foto, ya que parte de la luz combinada con el entorno hacía que su cabello se viera oscuro, y todos atinaron a pensar que se trataba de alguna modelo o persona influyente del medio.
Camille estaba evitando a Max, y eso no era una novedad para ambos. Pero no podía sacarse de la mente el pensamiento que todos dejarían de valorar su arduo trabajo si llegaba a saberse lo de ambos. No podía culpar a Max de lo que había pasado, no después del precioso detalle que le había regalado esa noche.
Se culpaba a ella misma, por mo poderlo pensar dos veces antes de irse a dormir.
Y era una encrucijada porque, ¿Qué carajos hacía un fotógrafo en medio del bosque? Todo se veía muy premeditado.
La primeras horas de prácticas comenzarían dentro de poco. Después de la sesión de fotos y el video panorámico con los monoplazas en pista, había un pequeño descanso para la hidratación de los pilotos.
