Capítulo 23 [Actualizado]

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Liam

Está masacre me revolvía las tripas. Todo era de color rojo donde antes había verde; los cuerpos inertes de la manada de Sinfonía se esparcían por la zona. Tantos eran que simplemente perdí la cuenta... Mi sorpresa por la masacre me era casi imposible de ocultar, pero aún más el hecho de sentir que aquellas personas, aquellos cambiaformas, no habían mermado en absoluto la gran manada de mi pareja.

Caminé con sumo cuidado entre los cadáveres -pues a pesar de todo, aquellos cuerpos merecían un absoluto respeto- hasta llegar dónde Luck abrazaba protectoramente a Juliet, quién se aferraba a él como si fuera una ilusión. Luck la cogió en brazos, en estilo "princesa" y la sacó de aquel lugar. Ahora mismo me alegraba en el fondo que ambos se encontrarán bien, aunque el susto del momento les perseguirá durante una larga temporada.

Sinfonía estaba delante de la gran roca que habían impedido la huida de los humanos y vampiros secuestradores. Una zona que había permitido cobrar la venganza deseada por el ataque imprevisto. Sinfonía seguía ahí, observando a la nada. Su mente en alguna parte. Aprecié a mi pareja, cubierta por completo de sangre. Una preocupación creció en mi pecho, aunque sabía perfectamente que ella estaba sana y salva.

La sangre tendrá ese efecto en mi, pensé.

- Sinfonía... -Llamé en un susurro. Ella me miró, sus ojos negros no tenían vida y su respiración era más lenta que momentos antes. Parecía luchar contra un enemigo invisible; uno que yo no podia ver, pero que siempre la acompañaba. - Sinfonia... -Volví a pronunciar su nombre, estirando mi brazo para tocar su mejilla con sumo cuidado, no queriendo provocar ninguna reacción de rechazo o de terror en ella. -

Dereck me lo impidio, agarrando mi brazo para evitar que pudiera tocarla. Gruñí, mis orbes tornandose del color de mi lobo tras esa acción del beta de mi pareja.

- No lo hagas... -Advirtió en un susurro amenazador y a su vez asustadizo. Entendía perfectamente que su instinto de protección para con su alfa era fuerte, pero igual era la sensación que tendría sobre enseñarme el cuello. Sobre todo teniendo en cuenta que yo era la pareja de su alfa y también, uno de ellos.

Lo miré sin entender. Sinfonía solo caminó hasta pasarme por mi lado. Ni una mirada, ni un gesto. Miré a Dereck con el ceño fruncido; queriendo una respuesta.

- Te he salvado la vida, Alfa Liam. -Contestó, como leyendo mi mente. Al momento añadió.- Solo... no la toques hasta que vuelva en sí.

- ¿Siempre es así? -Pregunté mirando la espalda de mi pareja que se alejaba cada vez más.-

- No... Sinfonía no era así antes, aunque hubo un tiempo donde ella sufrió demasiado, tanto, que creo un trauma... - Contestó Dereck en un susurro. Cuándo me di la vuelta para mirarlo ya no estaba ahí.-

Miré hacia Sinfonía y tampoco estaba. Cuándo me dispuse a moverme para volver al hogar de la manada de mi pareja, sentí diversos olores. Todos conocidos a fin de cuenta; miembros de la manada. Mientras caminaba, apreciaba como los primeros en llegar se recogían los cuerpos más próximos a ellos. Con una misión muy clara; devolver los cuerpos a donde permanecían para un entierro digno de su valor.

Escuché un aullido a lo lejos, identificándolo al momento. Anna me estaba llamando. Sin pensarlo eché a correr entre los árboles.


Entré corriendo en la casa, me dirigí hacia la oficina y abrí los ojos sorprendido al ver a Luck encima de Bob, gruñendole medio transformado. Sinfonía estaba apoyada en la ventana mirando la escena, todavía con esos ojos. No entendí para nada porque Luck se encontraba gruñendo de forma amenazante a mi amigo, así que me acerqué, haciendo notar mi presencia.

Un gruñido agresivo salió a través de mi garganta y enseguida gané la atención de todos los presentes, pues el acercarme solamente parecía que no había surtido efecto. Yuli impedia el paso a Juliet quién intentaba caminar hacia los dos hombres en el suelo.

- Luck, aléjate de él. -Sin esperarlo, Luck me hizo caso y se separó. Bob se levantó y se acercó a mi, bajo la cabeza en señal de respeto y sumisión.-

- Intenté ayudarle con Juliet y me atacó. -Asentí y miré a Luck que abrazaba a Juliet con cariño.-

- Alejate de ellos, Bob. -Adverti mientras miraba como sus ojos se abrían. En seguida dio un paso atrás, asintiendo.- Ahora mismo su lobo está irritado y no aceptará a nadie alrededor de su pareja. Aunque tu gesto fue noble. -Comenté suavemente, sonriéndole.- Gracias.

Al emparejarme con Sinfonía puedo mandar sobre los de su manada... no, sería mejor decir que solo cuándo están fuera de sí.

Miré a Sinfonía, todavía sin saber que tenía exactamente o como hacer que volviera a tener ese brillo particular que siempre tenía en la mirada. Me acerqué suavemente, el despacho despejándose poco a poco cuando los miembros ahí presentes decidieron salir. Luck y Juliet se marcharon los primeros.

- Necesito hablar contigo... -Dije mirando a Sinfonia. Parecía volver en razón durante unos minutos, enseguida asintió.-


Sinfonía miraba por la ventana, me recargue en la esquina de su escritorio y la observé seriamente. Parecía más relajada y serena, aunque sus ojos sin vida estaban presentes. Sentía la necesidad de abrazarla, juntarla con mi cuerpo y aliviar su dolor. Un dolor que desconocía por completo.

- Quiero que vuelva. -Ordené frunciendo el ceño. Ella me miró y sonrió levemente ante mis palabras.-

- ¿Quién?

- Sinfonia. -Nombré, otra vez, en forma de orden. Ella se cruzo de brazos, dejando escapar un largo suspiro.-

- Soy yo. Sinfonía. -Negué, acercándome a ella, quedando solamente a unos centímetros de distancia con su cuerpo.-

- Sinfonía tiene vida en sus ojos, los tuyos están muertos ahora mismo. No se por qué, pero mi prioridad es recuperar el brillo en tu mirada.

- ¿Y por qué? -Pregunto como si no se lo creyera.-

Me acerqué un poco más, llevé mi diestra a su mejilla; dando un suave toque sobre su piel antes de acabar acariciando sus belfos rosados.

- Porque te amo. - Fue mi sencilla, rápida y sincera respuesta. Sus ojos se abrieron y cierto brillo volvió a ellos. - Por fin... me tenias preocupado...- Añadí relajandome, regalándole una pequeña sonrisa. Relajé mi tono de voz.- Te amo. -Repetí-

- Idiota. -Respondió. Sin embargo, no dejé que dijera nada más, pues acabé sellando mis labios con los suyos, abrazandola con sumo cuidado. Sus labios seguían mi ritmo.- Te amo también, Liam.


Continuará

Alfa Roger - ActualizandoWhere stories live. Discover now