Capítulo 21 [Actualizado]

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Bob

No podía creer que Liam estuviera ciego. Su lobo interior estaba perdiendo el control tras el rechazo de su pareja. El sentimiento de soledad y de desasosiego debía ser enorme para los propios alfas. Había leído en libros en mi infancia, que eran casos extraños y raros, donde la probabilidad de sobrevivir era casi nula. O morían protegiendo inconscientemente a su pareja destinada entrando en un sueño eterno hasta su muerte o se volvían locos de la rabia, atacando a todo aquel que se cruzará por su camino.

No sabía qué era lo que planeaba hacer Sinfonía pero, actualmente era algo que poco importaba. La situación en aquel momento se descontrolaba por segundos. La tensión está creciendo en el aire.

Yuli estaba intentando que Luck razonará metiéndose en el camino. Justo en medio del comienzo de la arboleda y el propio Luck. De los vampiros que habían secuestrado a su mate; Juliet y a otro miembro de la manada.

Todo es tan complicado, casi extraño mis días de tranquilidad, pensé.

Ella le siseaba, amenazandolo con un buen golpe si osaba acercarse un paso más hacia ella y los vampiros. ¿La razón? Habían amenazado de matar a ambos rehenes, drenando la sangre de sus cuerpos frente a todos. Yuli intentaba mantenerlos con vida un poco más, hasta saber cómo actuar. Luck luchaba, intentando comprender la situación aún cuando su razonamiento estaba casi nublado por la ira de su lobo interior.

Me moví con agilidad hacia Luck, deteniendo el brazo que subió con rapidez hacia arriba para bajar sobre el rostro de Yuli. Su mano convertida en garras preparadas para destruir carne y músculo si así lo deseaba.


— ¡Os destrozaré! —Gruñó con rencor. Dereck y Anna se tiraron encima de él y con esfuerzo consiguieron derribarlo. Pau inmovilizó las piernas, con una fuerza propia de un vampiro.—

Un rugido nos tenso a todos. Sinfonía caminaba hacia nosotros con los ojos rojos y los colmillos fueras, al igual que las garras. No parecía tener un humor encantador ese día, pero suponía que habían demasiadas emociones por ahí; además de la situación presente.

Cálmate y controla a tu animal. — Rugió ordenando a Luck que se removía con violencia hasta ese momento. Pau todavía manteniendo inmovilizado al omega hasta que pudo apreciar que poco a poco se calmaba, como había ordenado su alfa.—

— ¡Juliet! —Mencionó mirando a su alfa, apartando la mirada al segundo; fijándose en su pareja. Sinfonía se agacho a su lado, acariciando el cabello del omega con delicadeza. —

— La encontraremos juntos, y te prometo que cuándo encuentre a esos bastardos los destrozare vivos. —Sinfonía se levantó, guardó sus garras y colmillos. Sus ojos seguían rojos. —¡¡Salgan ahora mismo, vamos de caza!!


Enseguida los miembros de la manada salían de las casas y de entre los árboles con rapidez, ya transformados en sus lobos y gruñendo bajos mientras se detenían delante de ella. Abrí los ojos sorprendido al ver a tantos. No podía contarlos, no eran una docena, como podría pensar con calma al estar con ellos durante un par de horas. Pero aquello era impresionante. ¿De dónde habían salido? ¿Era posible que hubieran tantos? ¿Cómo querían derrotar a está manada sin morir en el intento? Dudaba que supieran cuántos había en total.


— Tranquilo... ellos son los buenos. —Me recordó Yuli con un suave toque en mi brazo.— Todo saldrá bien... espero. —Murmuró aquello último para ella, pero la escuché perfectamente. Podía ver la preocupación en sus ojos, el brillo que normalmente tenía y que había apreciado en ella, en ese momento no existía.—

— Si. También lo espero. —Sonreí levemente, tranquilizando a Yuli. Podía sentir un sudor frío recorrer mi espalda, la sensación de un mal presagio.—


Los lobos aullaron, desaparecieron en la espesura del bosque, dividiéndose en pequeños grupos y marchando en diferentes direcciones. El día estaba oscureciendo y la noche no ayudaba a nadie.


— Yuli, debemos irnos, tenemos que marcar el camino. — Pau se acercó a Yuli; y ella en seguida asintió. Se dio la vuelta para ingresar en el bosque, su hermana a su lado.—

¿Qué era exactamente "marcar" el camino?, pensé un poco confuso.


La sensación de malestar me llenó por completo cuando la aprecié desaparecer entre los árboles. Un deseo creciente me empujaba desde lo más profundo de mi conciencia para ir tras ella, protegiéndola. Mi instinto me indicaba que ella era la indicada. Mi lobo interior me lo susurraba.

Un aullido nos alertó. Provenía de la casa. Sinfoní y yo entramos en la casa, pisando mis talones se encontraba Anna. Dereck se había quedado fuera, junto a Luck para vigilarlo.

La escena frente a nosotros nos dejó durante unos segundos helados; aunque reaccioné en el mismo segundo cuando escuché a Jerry quejarse por el fuerte agarre del agresor. Jerry estaba en el suelo, con Liam encima de él. Me lancé hacia ellos, alejando a mi propio alfa del pobre chico. Anna agarró a Jerry, empujándolo contra su propio cuerpo, como si quisiera esconderle.

Ambos nos gruñimos. Mis colmillos alargándose ante la amenaza. 


— Liam, concentrate. — Ordené mientras lo sujetaba por los brazos como si mi vida dependiera de ello. Lo cual, era asi. —

— Liam, haz le caso.—Pidió Sinfonía. Liam se tensó durante unos segundos, quedándose tranquilo a los segundos. Como si estuviera procesando de quién era la voz. —


Liam abrió la boca un par de veces, su respiración agitada, como si quisiera decir algo en concreto pero no pudiera. Sinfonía se acercó, pasando una mano por los cabellos despeinados de Liam antes de sonreír levemente.


— Aquí estoy.


La situación era tan rara. Me alejé de mi amigo, dejándolos solos. Me marché del lugar, dirigiéndome al exterior. Aprecie por el rabillo del ojo como Anna se llevaba a Jerry al baño, seguramente en busca del botiquín. Al salir por la puerta principal, aprecié el cielo teñido de naranja, poco a poco todo oscureciendo ante la llegada de la noche.

Continuará.

Alfa Roger - ActualizandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora