Capítulo 16 [Actualizado]

12.7K 1K 25
                                    

Anna

El alfa Liam y la alfa Sinfonía se estaban llevando mucho mejor de lo que había pensando. Quizás su emparejamiento sería viable si la Alfa Sinfonía dejaba de moverse alrededor de Liam como si pisara cáscaras de huevo. No sabía porqué la actitud de ella, pero algo casi doloroso de ver.

Liam ya tenía a sus centinelas, Yuli y Pau; ellas eran vampiras. Y por lo que había escuchado de mi alfa, ellas habían sido tratadas jodidamente mal por ser medio humanas, lo que conllevaba un futuro horroroso como esclavas de sangre de otros vampiros de sangre pura o de "nobles". Habían huido hace semanas; su aquelarre no la estaban buscando y aun así ellas estaban preocupadas. Como si algo peor viniera a tocar la puerta de nuestro hogar. Por lo que tenía entendido, ningún ser de esa raza de asquerosos chupasangres se atreverían a venir, sobre todo porque ellas ya estaban protegidas y pertenecían a la manada.

Dereck me abrazó por la espalda; elevé mi cabeza al momento, apoyándome en su pecho y mirándolo seriamente, al girar levemente mi cabeza, para observarle.

—Creo que es hora de que conozcas mi pasado. —Comentó con una pequeña sonrisa.— Puede que no sea tan intensa como la tuya o, al menos, tan trágica, pero así es como soy ahora, Anna.

Me sostuvo entre sus brazos, casi cargándome sin esfuerzo alguno hasta la habitación que compartimos. Dereck era realmente adorable. Me había cargado como si fuera una princesa, algo que nunca imaginé que pasaría hasta que lo conocí. La habitación de por si era amplia e iluminada, pero habíamos añadido toques nuestros para dar una sensación de hogar. Aunque nuestro hogar era actualmente uno al lado del otro.

Dereck se sentó en la cama, apoyando su espalda en la pared mientras que me acomodaba en su regazo, abrazándolo, prestando atención en aquel momento. Le observé, fijándome en cada pequeño detalle de su rostro; mandíbula marcada, nariz recta, ojos oscuros y misteriosos, labios besables de un hermoso color rojizo. Parpadeé cuando noté mi tez caliente, mis mejillas seguramente ruborizadas. Nunca le había mirado tan fijamente, sabiendo que él estaba al tanto de eso. Siempre le había mirado a escondidas o cuando dormía. Quería recordar cualquier expresión o rasgos.

—Mis padres... todo empezó con ellos. Él era un fuerte Alfa de una manada del Sur de Canadá, aún sin emparejarse y mi madre era una Roger solitaria desde mucho antes de poder recordarlo. —Me sonrió cuando nuestros ojos se cruzaron. —Mi padre se la encontró por casualidad al hacer unas rondas matutinas por la frontera de su territorio y los dos se dieron cuenta de que eran pareja al momento... "Como si una luz se hubiera encendido en mi mente y mi pecho ardíera con intensidad, algo encajó perfectamente cuando nuestros ojos se conectaron. Y supe, en ese momento, que daría mi vida para mantenerme a su lado '' —Ante sus palabras no dude un momento que las estaba recitando. Como si fuera un mantra.—Poco tiempo después supieron que yo estaba en camino. Mi madre se había quedado embarazada de mi. Me tuvieron 8 meses y medio después, era prematuro pero fuerte. Mi padre quiso darnos a conocer y disfrutar de nosotros, como era debido, como una familia. Así lo hizo... nos presentó a la manada, le dio el lugar de "Luna" a mi madre. Estuvimos viviendo ahí durante 11 años, los más felices años que puedo recordar.—El semblante solemne de Dereck cambió, su rostro se endureció durante unos segundos como si recordara algo fatídico.—Pero nuestra manada fue atacada una mañana, en ese entonces, la guardia estaba siendo cambiada. Muchos de ellos fueron asesinados y otros, solo huyeron hacia el bosque. Mi madre me sacó de ahí, y sin darnos cuenta volvió a ser una Roger y yo con ella. Nunca supimos que le había pasado a mi padre. Todavía recuerdo a mi padre... cómo era su rostro antes de ese día. Mi madre, a pesar de que estuvo para mí algunos años más... no puedo recordarla bien.

—¿Qué pasó después? —Pregunté mientras le acariciaba tiernamente la mejilla derecha, intentando transmitirle mis sentimientos. De reconfortarlo. —

—Mi madre cuidó de mí hasta que ya no pudo más y murió. Después conocí a Sinfonía y junto con ella, año tras año, fuimos creando esta manada. Al principio ella y yo no hablábamos, ni nos mirabamos, simplemente estábamos juntos, caminando sin rumbo. Ella me salvó en muchas ocasiones, crecimos juntos prácticamente en nuestra adolescencia. Le debo mi vida.

—Me hubiera gustado haber conocido a tus padres. Ellos seguramente estarían muy orgullosos de ti, amor.—Le sonreí con ternura, agarrando sus mejillas para que me mirara a los ojos.—Lo estarían.—Aseguré una vez más, ganándome una bonita sonrisa por parte de mi pareja.— Estoy agradecida, gracias a ella pude conocerte.

Habían pasado varias horas cuando llegó mi turno de salir a patrullar alrededor de la zona, conmigo Yul y Pau. Todo parecía estar en orden, ningún enemigo -desertor o vampiro- a la vista. La oscuridad se cernía sobre nosotros, en el cielo ninguna estrella que pudiera iluminarnos. La luna tapada por oscuras nubes que pasaban. El aire era frío, algo extraño para la época del año que era, pues todavía quedaban meses para que se pudiera sentir la brisa tan helada como aquella.

"Volvamos"—Ordené mirando a mis nuevas dos compañeras de manada y de batalla. Ellas asintieron y nos dirigimos a la misma velocidad hacia la casa principal.—

Sin embargo, en todo el recorrido de vuelta una sensación se instaló en mi cuerpo. Un malestar continuo que no se disipaba con nada. Mi intuición me decía que algo estaba por pasar, algo que no estaba preparado. La sensación de malestar casi me ahogaba.

Solo quería volver y librarme de ese sentimiento horrible que me envolvía como una manta. 


Alfa Roger - ActualizandoWhere stories live. Discover now