Capítulo 19 [ Actualizado]

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Liam

Mis músculos estaban adoloridos.
La habitación giraba a mi alrededor y la vista la sentía borrosa, salí de la cama como pude, caminando a gatas para llegar a la puerta que era lo único que veía con claridad entre los borrones de mi alrededor.

Resoplé. Todavía seguía herido y la vista estaba afectada aunque se me quitaría más tarde. Por suerte, mis otros sentidos estaban ya más alerta que mis ojos, al menos hasta que pudiera ver completamente bien. Me dolía el cuerpo, pero la herida de la batalla estaba vendada y parecía que había sido un cambio recién.

Un tipo de corriente eléctrica me recorrió el cuerpo y de un salto estaba de pie, abrí la puerta y dos tipos enormes me estaban impidiendo salir. Los veía borrosos pero aun así les gruñí. Debía salir. Mi lobo me empujaba hacia adelante a pesar de que no podía dominar mi cuerpo al 100%.

Conseguí esquivarlos después de unos minutos de forcejeos y corrí por las escaleras. Aunque ellos fueran poderosos betas, estaban luchando en un juego de poder con un Alfa.

Sentí el aroma de Anna, Pau y Yuli acercándose a mi persona.. Un gruñido amenazador llegó a mis oídos.

¡Liam, vuelve a la habitación!— El grito de Sinfonía me heló la sangre pero, ya estaba fuera de la casa sin importarme mucho el problema.—

Debía admitir que la voz alfa de Sinfonía casi me había detenido.

Anna se dio cuenta que algo me pasaba, porque me sujetó contra su cuerpo y me llevo pegada a ella. Yuli la ayudó y Pau fue a reconocer el terreno, por delante de nosotros.

Agradecía la ayuda de mi beta y de mi centinela, pues casi no podía ver a mi alrededor, mientras corríamos entre los árboles.

Sentía la presencia de Sinfonía y los demás detrás nuestras. Pero el llamado era más fuerte, más necesitado. Mi lobo aullaba en mi interior, podía verlo casi como si estuviera ahí, en persona, delante de mí, mover su esponjosa cola llena de emoción.

Mi vista se enfocó poco a poco en la persona que tenia delant cuándo llegamos a nuestro destino. Yuli y Anna me dejaron, dando un paso hacia atrás. Pau enseguida estuvo con ellas.
La persona que estaba delante mia había crecido y se notaba que ya había madurado aún cuando era más joven que yo, eso me hizo sonreír. Hacía años que no lo veía.

Yuli parecía estar congelada, apoyándose en su hermana.  Al igual que Bob, que la miraba, ella no le quitaba los ojos de encima.

Cuándo por fin se centró en mi, pude ver en los ojos de Bob una luz extraña, llena de encanto y alegría.

— Bob, hace años que no te veo. Has crecido tanto, ya no eres el cachorro.—Me reí, dándo un paso hacia él, sonriente.—

Bob era un amigo de infancia en la manada de mis padres. Y también era mi segundo beta.

Cuándo abrí la boca para darle la bienvenida, noté un mareo que me hizo cerrar los ojos. Un dolor de cabeza me golpeó al instante. Llevé mis manos hacia mi rostro, suspirando. Al abrir mis orbes… solo pude apreciar la oscuridad.

—Alfa… —Su voz parecía sorprendida y aún así, no se movió cuándo me vio alargar el brazo derecho tocando la nada.— ¿Liam? ¿Qué te pasa? —Cuestionó preocupado, notando como agarraba mi mano.—

—Siento haberte venido a recoger así. Pero, el llamado me quemaba. —Podía notar que sonreía. Me agarró con firmeza, para no soltarme. Todavía no veía nada.—

—¡Liam! —La voz de Sinfonía me hizo sobresaltar pues no me esperaba su aparición tan pronto.— ¿Quién eres? —Noté como estaba a mi lado y podia jurar que miraba asesinamente a Bob. Colocó su mano sobre la de él, quién seguía sujetándome.—

—Soy Bob, Beta del Alfa Liam.

—Sinfonía, Alfa de los Roger's y pareja de tu Alfa. —Contesto seria. En seguida me deshice del agarre de Bob e intente tocar a mi pareja. Me había reconocido, estaba muy feliz. Mi necesidad por agarrar la mano de ella me quemó. Y ahí, caí. Ella me había rechazado sin piedad, había roto el lazo que el destino nos había otorgado. ¿Y ahora me reconocía? Era una mentirosa.—

— Hipócrita.

—¿Liam? —Note la preocupación de Sinfonía pero... no la veía. No podía verla.—

—No te veo. No puedo ver.— Murmuré entrando en pánico, apreté varias veces mis ojos queriendo deshacerme de la oscuridad.— Qué me pasa, Sinfonía. Ayúdame.

Unos brazos me abrazaron por la altura del pecho y envolví mis brazos en los de ella. Era Sinfonía. Su olor la delataba. Un delicioso olor que me embriagaba.

— Shh... es mi culpa, yo cuidare de ti hasta que te recuperes.—Asentí no muy convencido y me agarró de la mano para jalar de mi.—

¿Cómo podía ser tu culpa? Es imposible que mi ceguera sea por ti… es seguramente de la batalla de hace unas horas atrás.

¿A donde íbamos? No podía ver, pero conociéndola seguramente a casa. ¿Desde cuándo se convirtió aquella casa de Roger's en mi hogar? Nunca pensé que estaría tan cómodo.

Pero había algo que no me cuadraba. Sin embargo, no sabía exactamente qué era.

Alfa Roger - ActualizandoWhere stories live. Discover now