EL ARTE DE NUESTRAS VIDAS

EYDEN

Young and Beautiful-Lana del rey

1 de Julio de 2016

Quedaban tres días para cuatro de julio, ese día me gustaría que fuera especial, solamente porque hace apenas un mes de la muerte de abuela. Es un duelo difícil y a la vez duro de superar.

Ella lo era todo para mi, me cuido cuando mis padres no podían, ella me iba a buscar al colegió cuando me encontraba mal y mis padres estaban, sumergidos en un montón de trabajo. Mis padres, siempre quisieron lo mejor para mi, por eso se esforzaron tanto, para llegar donde están ahora—con su propia empresa-Ellos entendieron lo mal que lo estaba pasando los primeros días de la muerte de mi abuela.

Ellos me dejaron todo el tiempo que me hiciera falta para enfrentarlo. Ahora me encontraba en la colina, con Ayana. Ella como siempre estaba haciendo dos coronas de margaritas, una para miel y otra para ella. Yo me distraía peinándole el pelo o más bien haciéndole una trenza. Me encantaban y me encantan esos momentos con ella, ojalá nunca llegué ese día de decirnos adiós.

Pero presiento que esto llegará pronto, no por mí, sino por salvarla a ella.

Escuchar éxitos musicales españoles del 2000 con ella, era algo distinto, pero un plan único. Ella se acercó a mí, me rodeó el cuello con sus pequeños brazos, me encantaba tenerla conmigo, me encantaba disfrutar cada pequeño momento con ella.

Ojalá no tenga que despedirme de ella nunca. Pero si llegara el momento lo haría. Pero con dolor y pena. Creo que sería la despedida más dura de todas. Ella desde que nos conocimos ha sido mi pilar, esa persona que ha estado para lo malo y lo bueno.

—¿En qué piensas tanto?

—En que eres mi persona favorita.

Aprender a vivir con eso que tanto miedo nos da, al fin de cuentas termina haciéndonos débiles y no llegamos a ser tan valientes de lo que en verdad somos. Todos podemos tener miedo, pero poco a poco debemos ir matando.

No nos hace débiles por tener miedo, nos hace débiles al no saber vivirlas, al no descubrirnos a nosotros mismo.

Aferrarte a aquella persona, hace que luego te arrepientas de todo el daño que le hagas sin que te des cuenta. Hasta que ya la has perdido.

Nunca me imaginaría perder a la chica que hace tantos años estoy enamorado, se que cometí y cometeré más errores en esta vida, pero...me sentiría un completo idiota si por culpa de esas tonterías de un adolescente la perdiera y eso no entra en mis planes, no ahora.

Hemos estado muy unidos desde que llegamos a este mundo, muchas personas nos decían y suelen decirnos que algún día terminaríamos saliendo y formando un hogar.

—Sabes que tu y yo parecemos dos abejas buscando polen entre todas las flores del mundo, pero al final terminamos encontrando esa flor, esa que tanto nos hace falta.

—¿A qué te refieres con eso? —dije confuso.

-Que yo soy tu flor que tanto necesitas y yo soy tu abeja que necesita comer de tu polen para poder vivir, por eso nos entendemos y aunque la cagues muchas veces yo siempre seré la única que entienda y te perdona cada uno de esos errores.

—Estas llena de colores Ayana. Sin embargo, hay algo en esos colores que desprendes que te falta—ella me miraba con atención—te falta descubrirte más; de lo que eres capaz de saber de ti, hay una luz en tu interior que falta que enciendas, pero por eso me tienes a mi para buscarte y por eso quiero hacer algo.-Una lista

—Una lista de cosas que nos gustaría hacer antes de morir y por ello aún nos quedan años para cumplir mil cosas de esta lista. -la interrumpí.

A pesar de tener dieciséis años somos lo bastante maduros, pero a la vez podemos ser bastante incomprendidos.

Ella era esa energía que a mí me daba miedo de sacar y yo era ese mar de cosas que a Ayana le daban miedo de descubrir.

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