Sinopsis
Tras encender el gas para perecer junto a quienes codiciaban la fortuna de su familia, Lin Yi transmigró a otro mundo, ¡y estaba a punto de casarse con otro hombre era su esposa! Se enteró de que su futuro marido era discapacitado y tenía u...
¿Una receta? Pei Xuanqing miró a las cuatro personas y dijo: "Por favor, adelante, Childe Lin."
Lin Yi sacudió ligeramente la cabeza. Lo que hizo no fue 'decir'.
Sin más explicaciones, permaneció concentrado y sintió la "farmacopea" en su mente, luego estiró una mano y tocó la mano del primer paciente.
Al ver su acción, los ojos de Pei Xuanqing se movieron ligeramente.
Con una ligera sacudida de la farmacopea, apareció en su mente una receta gris. Para no consumir demasiado poder espiritual, la sacó rápidamente sin comprobarla cuidadosamente. Entonces, en realidad, de repente, un papel gris apareció en su mano, con palabras grabadas en él.
Era la primera vez que conseguía llevar la receta a la realidad. La mano que sostenía la receta no pudo evitar temblar de alegría.
Al ver eso, Pei Xuanqing se puso inmediatamente serio y se sentó derecho.
"¡Pei Qi, coloca la barrera encantada!"
Sin saber lo que ocurría fuera, Pei Qi colocó inmediatamente la barrera encantada que pertenecía al reino espiritual general y envolvió toda la casa tras oír la orden.
La alegría de Lin Yi fue repentinamente interrumpida. Se quedó atónito y se giró para 'mirar' a Pei Xuanqing.
"Adelante", dijo seriamente Pei Xuanqing.
Al oír eso, Lin Yi respiró aliviado. Puso la receta sobre la mesa, retiró la mano y dijo a los cuatro pacientes: "El siguiente."
Tres pacientes seguidos recibieron una receta gris. Todas sus enfermedades eran corrientes. Para la farmacopea, era demasiado fácil, y no se dio la situación de la última vez que Lin Yi fue mordido por la espalda.
Había acumulado tres recetas a mano.
Pei Xuanqing empujó la silla de ruedas a su lado y cogió las tres recetas con mirada seria.
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Afectada por Pei Xuanqing, la habitación estaba muy silenciosa. No sólo los pacientes no se atrevían a decir una palabra, sino que Lin Yi podía sentir la presión del aura de Pei Xuanqing. Sabía que Pei Xuanqing estaba mirando las recetas, pero no sabía cuál era su intención. Claramente estaba muy confiado, pero ahora estaba un poco nervioso.
"Continúa", dijo Pei Xuanqing al ver que se detenía.
Lin Yi tendió la mano al cuarto paciente y le dijo: "Ven aquí."
Esa persona se acercó. Cuando Lin Yi tocó su mano, sintió algo diferente. La mano de este hombre era más joven y poderosa que las manos de los tres primeros. Era un hombre joven, y le dio una sensación diferente.
