Por Tí

cap 19: Mezquindad

⚠️ALERTA: TALVEZ UN POCO MUY GRÁFICO⚠️

   - Últimamente he estado teniendo sueños muy... Espeluznantes, en la mayoría suelo verte hecho polvo por culpa de alguien que siento... Muy familiar... Tiene una mirada fría, casi inexpresiva... Como si no tuviera alma... Me da miedo pensar que... Esos sueños se hagan realidad... 

   - ... ¿Puedes decirme más al respecto?

   - Luego de eso... Vendrá aquí y se habrá ido con nuestro plan, le prenderá fuego y luego uno de los nuestros vendrá y me matará... Me arrastrará hasta el pasillo y me expondrá al sol... Todo esto pasará en... 50 días aproximadamente...

Le hablaba entre sollozos el peliazul a su amor con mucho temor, su voz apenas si se escuchaba como un susurro entrecortado pero aún así buscaba ayudar a su pareja en todo lo posible para evitar que sus premuniciones se cumplan, Dio lo escuchaba con una preocupación inmensa, lo tomaba de la mano mientras su contrario hablaba.

Habían pasado demasiados años desde una recaída así, el sentimiento para Dio sólo podía describirse como una nostalgia extraña y una ira que sólo era apaciguada por el tacto de su amor, era nostalga por sentir que volvía a cuidar de él como cuando eran niños, pero también una ira enorme por ver las cosas tan claras y sobre todo, conocer el posible destino de su amor, la sola idea de perderlo a él y a sus planes era inmensamente desesperante.

   - No quiero que te preocupes, mi amor... Nada de eso va a pasar, cuando ese sujeto venga, estaré listo para matarlo, no me importa quien sea... Nadie, absolutamente nadie se interpondrá entre nosotros... Te lo prometo...

Contestó en el tono más dulce que podía, intentando calmarlo, se acostó a su lado y sosteniéndolo con cuidado, apoyó la cabeza de su contrario en su hombro para luego empezar a acariciar su cabello mientras lo arrullaba. Consolarlo mientras lloraba en silencio era como fumar en una noche lluviosa, ambas situaciones a pesar de ser muy simples, proporcionaban una calma enorme.

Esa misma noche Dio ordenó a Enya a enviar a distintos usuarios de stand para pelear contra los enemigos que se acercaban, los sueños de Jonathan les revelaron las identidades y nombres de los que descubrieron que eran sus descendientes, Joseph Joestar y Jotaro Kujo, eran acompañados por otro hombre, Mohammed Avdol, también parecía que un lacayo manipulado les había traicionado, su nombre era Noriaki Kakyoin. Sacar un registro completo de todos los integrantes no fue nada difícil, aún así la tensión era bastante grande en el Cairo, ya que la inminente llegada de los intrusos no era el único problema.

Primeramente, Dio dejó de buscar usuarios de stand, había decidido quedarse en su mansión para cuidar a Jonathan, también fue necesario conseguir más sangre para que pueda mantenerse estable, y el proceso terminó siendo algo más complicado de lo que debió haber sido.

Ya que Dio era demasiado selecto para su comida, debía serlo muchísimo más si se trataba de la de su amor, debía encontrar a una persona que tenga un tipo de sangre O negativa, por ser un tipo de sangre más pura y de mejor calidad, esta persona debía tener una salud impecable, no debía tener ninguna enfermedad de base, tampoco debía consumir ningún tipo de droga ni debía tener tatuajes, por último, debía ser una persona físicamente atractiva, Dio debía ser quien mate a esa persona y luego le haría un transplante de toda su sangre, que iría a depositarse en distintas bolsas de sangre que le daría 2 o 3 veces al día en un vaso con sorbete.

El proceso debía ser así ya que Jonathan se negaba a matar a alguien que no conocía para sacarle la sangre, y Dio no iba a dejar que su peliazul mueva un solo dedo para hacer algo que podría hacer por él, además que de no hacerlo, también tendría que haber un mínimo de contacto entre la víctima y Jonathan, cosa que le desagradaba totalmente.