cap 6: Aversión

276 21 7
                                    

A la mañana siguiente todo se sintió bastante raro y el ambiente estaba calmado y muy silencioso, no recuerdo muy bien lo que pasó... ¿qué hora será? Las cortinas cerradas no me ayudan a ver... Debería ir a revisar.

Me levanté de mi cama y a penas dí el primer paso, mi cuerpo en general empezó a doler tanto que mis piernas simplemente no me soportaron y casi caigo desplomado al suelo, para sorpresa y fortuna mía algo había logrado detener mi caída, o mejor dicho... Alguien.

- ¡Dio! N-no sabía que estabas aquí, gracias por salvarme de caer, y... P-perdóname si te fue una molestia el que tuvieras que hacerlo, normalmente podría mantenerme por mi cuenta pero... Solo espero no haberte preocupado...

- No digas esas cosas Jojo, sabes que me encanta cuidar de tí, además con lo de ayer debes estar bastante débil, y... Por cierto, no deberías levantarte todavía, también debes estar muy cansado, a penas son las 5 de la madrugada.

- ¿¡L-las 5 de la madrugada!? Entonces... ¿No deberías estar durmiendo también?

- No tengo sueño... Prefiero quedarme contigo y además, así me aseguro de que cosas como estas no pasen... No quisiera que mi bebé se caiga de nuevo y que te quedes ahí sin poder levantarte...

Dijo mientras me levantaba y me volvía a meter dentro de la cama, se sentó a mi lado y empezó a acariciar mi mano con suavidad, su compañía se sentía bastante reconfortante, con solo verlo podía sentir mariposas en el estómago, igualmente sentía cómo de pronto todo el dolor que sentía desaparecía.

- P-pero... Estoy bien, todavía puedo-

- ¡No!... Escucha, no estás bien, no intentes levantarte hasta que de verdad te sientas mejor, ¿entendido?

Ese tono entre enojado y preocupado me asustó un poco, no quería que se enoje conmigo por insistir, así que rápidamente bajé la cabeza y asentí nervioso, Dio me sonrió tranquilo y me dió un beso en la frente.

- Solo trata de dormir un poco, ¿si? Estaré viéndote por si algo pasa.

- Está bien... G-gracias por todo...

- No hay nada que agradecer Jojo, sabes que te amo mucho.

- Yo también te amo...

Dijo antes de caer profundamente dormido, Dio se sonrió a sí mismo mientras se deleitaba con esa escena que amaba tanto, verlo dormir.

Parece que no recuerdas nada de lo que te hice anoche, es una pena... Pero supongo que así es mejor por ahora, de recordarlo siento que parte de tu inocencia se habría ido y eso no me hubiera gustado tanto...

Lo bueno es que ahora yo me quedo con lo mejor, te sigo teniendo mentalmente intacto pero físicamente no podrías estar más frágil, talvez sea la pobre luz que hay en la habitación pero ahora luces como un auténtico cadáver, la cara se te ha empalidecido mientras que tu cuerpo reluce con esa bella combinación de colores, morado, azul, verde y algo de gris... Sin duda hacen una combinación perfecta con tu cabello, pero supongo que tendrás que ir tapado hasta el cuello si no quieres que los demás vean esta obra de arte, será mejor de este modo porque solo yo puedo verte así, tengo suerte en que ya nadie interfiera en nuestro camino, soy feliz sabiendo que podrás ser mío por siempre... Mi hermoso bebé masacrado, me perteneces solo a mí.

Volvió a acercarse para darle otro beso, esta vez en los labios, luego sólo se quedó contemplándolo por el resto de la madrugada hasta que la mañana por fin había llegado, Dio no quería despertar a Jonathan, quería dejar que duerma lo más posible, de igual forma, imaginar las mil y una formas en las que abusaría de ese tan delicado cuerpo le hizo perder la noción del tiempo, pero una de las sirvientas entró a la habitación a despertar a Jonathan y también, aunque de forma menos intencional, a Dio de su trance.

Por TíWhere stories live. Discover now