LXVIII (reescrito)

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Vero sale de la habitación , acompañada de FP, luego de hablar con él doctor para unos últimos exámenes.

Me acerco a ella, esperando a que me diga al menos algo de la nueva información.

-Estará bien -suelta un suspiro-. El doctor dice que estará débil un par de días y solo eso. -Asiento, sin saber que decir. -Puedes ir a descansar un poco su quieres, igual, gracias por quedarte anoche.

-Lo hago porque quiero. Por ahora me iré pero cualquier cosa me llamas por favor y-... -El sonido del celular en mi bolsillo me interrumpe. Reviso la pantalla y el nombre de Hall escrito ahí. -Voy a contestar.

Asiente y me aparto, tomo aire antes de contestar la llamada.

-¿Se puede saber por qué te fuiste, otra vez? -Pongo los ojos en blanco. Está enojado. - Escúchame bien, Elizabeth, vas a-..

-No. Tú escúchame. No. Voy. A. Volver. ¿Captas? A no ser que quieras que revele tus negocios sucios y termines en la cárcel y en quiebra, claro.

No contesta al instante, que es lo suficiente para que esboce una pequeña sonrisa.

-No serías capaz.

-Intenta hacer algo. A mí o a mí chico y te juro, por lo que más quiero, que me encargaré de que termines tras las rejas y que tú preciada empresa caiga a lo más hondo. Me encargaré de que pierdas todo.

Suelta una risa que me hace fruncir el ceño.

-No puede ser, ¿Todo esté teatrito por ese niño estúpido que de todas maneras terminará por dejarte? O mejor aún, dejarás cuando te aburras de él.

Un nudo en mi garganta se forma, no lo puedo evitar, volteo a ver la puerta que me separa de mi niño molesto.

-Espero que te pudras.

Cuelgo, sin dejar que diga algo más. Tomo aire, tratando de aliviar el nudo en mi garganta y las ganas repentinas de llorar.

Otra llamada entra al celular, esta vez es Cheryl. Contestó luego de secar una lágrima.

-¿Cómo está?

-Les están haciendo unos últimos estudios. Está bien -suelto un suspiro entrecortado-. Está bien. -murmuro.

...

Tomo su mano que sigue fría, pero un poco menos. Eso hace que se despierte.

-Hola. -murmura.

Le sonrío un poco. Me da la sensación de que está vulnerable y necesito protegerlo de todo.

-Hola. -susurro. Acaricio su pelo con mi mano libre. Su mirada viaja hasta nuestras manos juntas. Parece consternado, pero no se aleja. Eso me da alivio. - ¿Sabes? Te extrañé. -acaricio su mejilla. Su mirada se cruza con la mía. Casi puedo jurar que sus ojos no tienen el mismo brillo- No debí irme, menos así. Prometo que te contaré porqué lo hice, pero necesito que estés bien, ¿Si? Y-y -tomo un poco de aire, mi vista se nubla- no es necesario que empecemos con una relación, al menos no ahora, lo importante es que estés bien y, cuando lo estés, prometo pedirte que seas mi novio de la forma más estúpida y ridícula posible. -eso le saca un pequeña risa.

Mi vista viaja hasta sus labios.

Pero me contengo de besarlos.


Si soy sincera, la historia ya está siendo muy larga y no sé cómo continuarla, así que creo que ya va a ser tiempo de empezar con el final

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Si soy sincera, la historia ya está siendo muy larga y no sé cómo continuarla, así que creo que ya va a ser tiempo de empezar con el final.

Nota nueva:
Ya dos días seguidos, deben agredecerme.

꧁ᴍᴜɴ̃ᴇᴄᴀs Rᴏᴛᴀs꧂ (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora