Capítulo veinticinco: Despedida parte dos

810 59 120
                                    

NOTA: Aquí estoy cumpliendo mi promesa.

¡Disfruten del capítulo!





La vuelta a casa fue tan rápida que le sorprendió no haber chocado contra algo, Naruto lo dejó cómodamente sentado en el sillón y se fue a la habitación tan rápido que podrían decirle el relámpago amarillo.

"¿Qué diablos hace papá?" Habló en voz alta mirando su vientre. "¿Notaste que me dejó dormir todo el camino? Pensé que me molestaría, pero de nuevo está silencioso".

Alzó la cabeza para mirar por el pasillo y ver si Naruto volvía, al notar que no estaba cerca, continuó hablándole al bebé que tal vez no entendía, pero sí que sentía su amor al hablarle.

"¿Crees que de nuevo esté fingiendo estar enojado para tocarme?" Preguntó juguetonamente.

"No necesito enojarme para eso". Le dijo una voz. Sasuke cerró los ojos del susto. A pesar de que fue una frase juguetona, no sonó como tal.

"¿Por qué estás actuando así de nuevo?" Preguntó sin mirarlo.

Estaba más interesado en identificar ese raro olor que había en el ambiente.

Olía, a sangre y miedo, abriendo los ojos, observó a Naruto con rapidez.

"¿Estás asustado?" Preguntó más como una afirmación que una pregunta.

El alfa le miraba con el ceño fruncido y las lágrimas inundando sus ojos, Sasuke quiso llorar al verlo poner esa cara. El hombre rubio se le acercó con el cuerpo tenso, en sus manos llevaba las sábanas que había manchado de sangre la noche anterior.

"No puedo perderte". Dijo negando desesperado. "Cuando te veo llegar al hospital y ser alejado de mis brazos, no saber si estás bien o si ellos saldrán y me dirán que te has ido... y yo".

Sus ojos azules mantuvieron las lágrimas, volviéndose brillantes, cuando comenzaron a deslizarse por sus mejillas. Sasuke palmeó el sofá para que se sentara a su lado.

Naruto lo hizo calmado, casi con delicadeza, algo que sin duda no era adecuado para él, que siempre era un hombre hiperactivo.

Sasuke no quiso mirarlo, si lo hacía no podría fingir que estaba tranquilo, bajó la cabeza y con cuidado sujetó la mano de su esposo, apretó sus dedos contra los de él.

"No me perderás, ambos escuchamos al doctor decir que estoy perfectamente saludable". Sasuke arrugó el entrecejo porque sinceramente sus palabras no sonaron consoladoras en absoluto.

"Lo sé, aun así no logró hacerle entender a mi corazón que cuando tú desapareces por esa puerta, volverás". La mano de Naruto tembló y eso atrajo la mirada de Sasuke. Sus ojos azules le mostraron un infinito miedo, un pánico guardado por años y que comenzaba a desbordarse.

"¿Qué pasará conmigo cuando traigan al bebé, pero tú no vengas con él?"

Un nudo se le formó en la garganta, negó sin poder decirle que eso no pasaría. La voz simplemente no salió.

"No moriré". Dijo titubeante. "No lo haré".

Con más confianza, Sasuke le dio una sonrisa con los labios mojados por las lágrimas que habían comenzado a salir.

"No dejaré al bebé y a ti solos, me quedaré". No lo sabía, era imposible saberlo. Naruto negó, bajando la cabeza.

"Yo no podré soportarlo, no lo voy a resistir". El llanto de él se intensificó, hundió su cabeza contra sus manos, ahogado en su propio dolor, en una postura suplicante, como si le rezara a un Dios que aleje esos pensamientos de su mente

KarmaWhere stories live. Discover now