Karma

Capítulo veinte: Por amor

NOTA: ¡Hola! Comenzaré disculpándome por ser tan miserable y no actualizar. Es que realmente no sé qué pasó, reescribía tanto el capítulo y de repente en blanco.

Y no solo me disculpó por la demora, también porque tengo otra noticia, sé que muchos esperaban el final, pero... sucede que calcule mal, y hay muchas cosas que quiero incluir, y que no me alcanzarían en un solo capítulo, es decir, se alarga la historia.

No me pregunten cuanto, porque ya vimos que los cálculos no son lo mío.

Nuevamente, pido perdón, me siento muy avergonzada y me rio para no llorar. Perdón.

Solamente diré, el capítulo es muy confuso, si tienen dudas aquí estoy yo. También si notan algún error, porque por más que reviso siempre hay algo, no duden en decirme para corregir. Y como es bien extenso, tiendo a perderme un poco.

Espero disfruten leyendo, y me dejen saber que les pareció.

Itachi es un hombre sereno, una persona capaz de buscar una solución bajo cualquier circunstancia, siempre ha pensado que es excesivamente frío para sentir que algo lo derrumba, que el peso es demasiado para cargar. Ni siquiera lloró la muerte de sus padres, o que toda su vida se haya destruido en un segundo.

No le preocupa que perderá la vista, ni que el futuro sea incierto.

Ese es el tipo de alfa que es. Tranquilo y calculador.

Hasta ahora, porque quizás, lo único en el mundo que es capaz de matarlo, está en peligro.

Su hermano.

El aroma de Naruto se extiende desde la entrada hasta la habitación de Sasuke, no solo el olor es lo que le preocupa, también lo es la sangre y el camino de destrucción que lo guían en cada paso que da.

Le duele el corazón al entender que ahora mismo no puede moverse. Tiene las piernas paralizadas, quiere creer que es por su mal estado físico, y no porque la angustia acaba de pasarle factura a su cuerpo.

Da un paso tembloroso, una capa de sudor frío le recorre y entiende que no puede llegar así donde Sasuke. Va a asustarlo, debe ser la voz de la razón en su hermano. Respira profundo y percibe las feromonas del omega entremezcladas en los olores.

Huelen furiosas, aterradas.

Itachi admite que se siente perdido. Le tocan el hombro y el gesto lo hace sobresaltar. Gira la cabeza para mirar a su amigo. No es que la presencia de él lo haya calmado.

Pero que lo haya tocado rompió la inesperada parálisis en la que está. Inhaló profundamente, y aunque tenía las piernas palpitantes por el cansancio, caminó entre los destrozos para ir a por Sasuke.

Tragó saliva cuando vio que el piso tenía huellas ensangrentadas, en un camino de vidrios, la pared no estaba mejor, se detuvo al observar una mancha similar a una mano. Su corazón se aceleró de inmediato.

Escuchó un suave llanto proveniente de la habitación, no supo si respirar aliviado o sentirse aún más preocupado. Su mano tocó el pomo de la puerta y notó una ligera humedad, se sintió enfermo ante el color rojizo.

Al abrir la puerta, los ojos de Sasuke lo miraron de inmediato. Enrojecidos y coléricos. Itachi pasó saliva al entender que, en la habitación, no había nadie más que él.

"¿Por qué lo hiciste?" preguntó suavemente, las lágrimas mojaban su rostro, y su boca se curvó en una mueca. Lo miraba con los ojos cargados de ira.

"Necesitas ayuda". Explicó, pero Sasuke dio una risa burlona. Sus hombros temblaban e Itachi siguió bajando la vista para saber que tanta sangre era del omega.