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Cuando dos alfas se restaron

—Tenemos que hablar de algo. —Zayn le dice a Harry cuando están en clases de francés.

—¿Ahora? —pregunta mientras hace dibujitos en el borde de su cuaderno.

—No, en el receso. Debemos hablar con Liam también.

—¿Es algo importante? —Harry quiere saber, porque había pensado que en el receso podía escaparse hasta el patio, subir al sauce llorón que hay al final del sitio, y pasar la siguiente hora durmiendo ahí. Sí, es un vago.

—Lo es, se trata de Louis —dice Malik.

—¿Le pasó algo? —Harry por fin le presta toda su atención a su amigo.

—No, nada, solo queremos hablar sobre algo relacionado a él. —Zayn se apresura a calmarlo.

—Ah, ok. —Harry se permite relajarse, y luego vuelve a su tarea de dibujar cosas al azar.

No le gusta mucho francés, o sea; es genial hablarlo y todo, pero se aburre. Él quería tomar alemán, porque no sabe nada de ese idioma. Pero no, su madre quiso que tomara francés, aun cuando ya sabía hablarlo, todo porque según ella es "el idioma del amor"; patrañas. Él sabe cuál es el idioma del amor, y no es el francés, sino que son las sonrisas de Louis y sus bellos ojos de miradas brillantes.

Ah... Louis, el hermoso Louis.

Para Harry, Louis es la prueba de que Dios no odia al mundo, pues, si lo odiara, no les hubiese entregado tan hermoso ángel.

Después de eternos 90 minutos el timbre suena, y todos salen prácticamente corriendo del aula de francés. Harry se contagia de sus compañeros y corre también, siguiendo a la multitud. Va riendo, hasta que alguien lo jala y lo hace detenerse.

—¿Qué haces? ¡Debemos ir por Liam! —Zayn le habla molesto.

—Ah, cierto. —Harry lo recuerda entonces, y se deja guiar hasta donde Liam está. Nunca recuerda qué clases tiene su amigo; pero no es como que importe, porque tampoco se sabe las de él.

Encuentran a Liam fuera del aula de artes; está como siempre, serio y ordenado, esperando junto a la puerta.

—Hola, chicos —sonríe al verlos.

—¿Qué hay, Li? —pregunta Harry, abrazándolo por los hombros.

—Nada —responde, encogiéndose.

—Bien, vamos a la banca a hablar —ordena Zayn y encabeza la marcha.

Harry y Liam lo siguen de cerca. La banca es una banca, como lo dice su nombre, ¡duh! Pero no es cualquier banca; es la única que todo el tiempo tiene sombra y que, además, está cerca de los baños y del pequeño negocio de la escuela. Y es de ellos, pues la reclamaron desde que Harry llegó a la escuela, y jamás nadie se ha atrevido a quitárselas nunca.

Así que, cuando llegan, está vacía. Se sientan en ella, y Harry espera expectante que le digan qué sucede.

—¿Y de qué íbamos a hablar? —Harry pregunta, aburrido de que nadie diga nada.

—De que creemos que ya está bueno con eso de estar enamorados de Louis. —Zayn es quien responde.

—¿Ya no te gusta Louis? —Harry pregunta con cautela.

—No, o sea, sí; siempre me va a parecer bonito y siempre pensaré que es un omega precioso y caliente, pero... está fuera de mi alcance. Además, como que otros omegas más de mi edad están llamando mi atención —explica Malik.

Voyeur (Larry)Where stories live. Discover now