Voyeur (Larry)

20

Cuando Louis creyó que nada era justo

Después de la mega discusión con sus padres, Louis se encerró en su cuarto. Sus padres reaccionaron de la peor forma posible, aunque seguro fue porque él reaccionó mal; pero debían entenderlo, estaba molesto. Primero Niall y sus amigos lo humillaron frente a media escuela, y luego fueron los causantes de que le tuviera que decir todo a sus padres.

Por algo él no había hablado. Mataría a sus amigos en cuanto los viera.

Ahora va a estar vigilado todo el tiempo; sus padres ya no quieren que salga más con Alex a solas, y si quiere verlo debe ser siempre en compañía de Niall y sus amigos. No puede ir a casa de sus amigos, debe volver directo a casa después de la escuela, y tiene que ir a visitar a un especialista para hablar sobre lo ocurrido con Matty hace dos años. Y menos mal se negó a dar el nombre de Matty, o tal vez también tendría que enfrentar un juicio.

Nada de eso es justo. Ya tiene 16 años, deberían dejarlo salir y decidir por sí mismo, no encerrarlo en su casa y ponerle de niñera a niños; eso podía llegar a ser lo más humillante que le pasase en su vida. Pero claro, como es omega debe ser protegido. Está harto de todo eso, de que lo traten como a un debilucho.

Pero, sobre todo, está molesto con Niall, Harry, Liam y Zayn.

Está tan molesto que, al día siguiente, cuando se levanta y encuentra a todos en la cocina, ni los mira.

—Hola, Louis. —Niall saluda tímidamente.

Louis pasa junto a él, busca un yogurt en el refrigerador y agarra una fruta antes de volver a salir de la cocina.

—Está molesto —dice Zayn, sintiéndose arrepentido de sus actos de la noche anterior.

—¿No? ¿En serio? —pregunta Harry, rodando los ojos.

—No peleen ahora. —Liam dice con tono de advertencia.

—Nos odia, nos odiará para siempre —Niall se lamenta.

—No lo hará, solo hay que esperar a que se le pase. —Liam intenta consolarlo.

—Chicos, qué bueno que están aquí. —Neve entra en ese momento en la cocina.

—Hola, mamá. —Niall la saluda.

—Hola —dicen los otros tres chicos a coro.

—Chicos, necesito pedirles un favor; o más bien, encomendarles una tarea —dice ella, ganándose la atención de los cuatro chicos.

—¿Qué es? —Harry quiere saber.

—Necesito que de ahora en adelante vigilen a Louis y Alex; no los dejen ni un segundo solos. No quiero que ningún otro chico se quiera pasar de listo con mi hijo —responde ella, poniéndose seria.

—Cuente con nosotros. —Harry acepta al instante.

—No creo que a Louis le agrade la idea. —Niall interviene. Ya hicieron enojar a Louis y no quiere enojarlo más. Además, comienza a entender por qué a Louis no le gusta nada de eso.

—No le agrada. Se lo dijimos ayer y se molestó, pero él debe obedecernos; hizo muy mal al escondernos que salía con un chico mayor, y fue aún peor que no nos contara enseguida lo que le hizo. No podemos dejar que se repita —dice Neve. Luce severa, y Niall comprende de dónde sacó Louis esa pose de mando poco usual en los omegas.

—Esto solo empeorará todo —insiste el rubio.

—Mira, Niall, si tú no quieres hacerlo está bien, pero nosotros ayudaremos a tu madre, ¿cierto, chicos? —Harry interviene. Él está dispuesto a cualquier cosa, con tal de no dejar que Alex le gane.