Capítulo 19: La Princesa Bailarina

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 Luego de varios días de viaje, de varias noches de dormir a la intemperie y de incontables inconvenientes, nuestro grupo de viajeros conformado por el príncipe Ludwig, su primo el duque Roderich, los hermanos Feliciano, Lovino y Romeo, el callado...

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 Luego de varios días de viaje, de varias noches de dormir a la intemperie y de incontables inconvenientes, nuestro grupo de viajeros conformado por el príncipe Ludwig, su primo el duque Roderich, los hermanos Feliciano, Lovino y Romeo, el callado Matthew y su oso, y los hermanos Elise y Vash; llegaron a la gran ciudad de Orlès, capital de Avilliers y sede del palacio real de los Bonnefoy.

Era un mediodía cualquiera, todos iban de un lado a otro encargándose de sus cosas. Avilliers tenía un clima mucho más cálido que Elmlein, por lo que los viajeros se quitaron sus abrigos mientras viajaban. Las casas estaban decoradas con flores de todo tipo, creando un paisaje bastante colorido.

No fue difícil encontrar el palacio, pues era el edificio más grande de la ciudad. En la entrada había dos guardias, ambos con armaduras y armados cada uno con una lanza. Tendrían que convencerlos para que los dejen pasar. Entonces, Ludwig se bajó de su caballo y se acercó a ellos.

—Buenos días, mi nombre es Ludwig Beilschmidt, príncipe de Elmlein. He venido a hablar con él príncipe Francis.

Los dos guardias de miraron entre ellos. A Ludwig le bastó con ver sus ojos para saber que se estaban aguantando la risa.

—Por supuesto, este joven desconocido, cuyos únicos acompañantes son un montón de campesinos mugrosos es el príncipe de Elmlein—se burló el guardia con sarcasmo.

Lovino quería gritarles, quería insultarlos, pero su maldición no lo ayudaba. Entonces fue Vash el que les gritó.

— ¿A quién le dices mugroso, cabeza de lata?

—Hermano, cállate...—le susurraba Lily.

El guardia lo miró enojado.

—Ya habló la rubia cabeza de coco.

— ¡Soy hombre!

Mientras se iban sumando más a la discusión, Matthew permanecía paralizado.

"Por favor, ya dejen de pelear" pensaba.

Queriendo distraerse, desvió su mirada hacia donde había un balcón, y para su sorpresa se encontró con una mujer rubia, de trenzas, vestida de rosa y que parecía usar anteojos los observaba. Su ropa no era la de una empleada, sino ña de alguien adinerado. Matthew recordó como le habían mencionado de una hermana del príncipe, pero antes de poder hacerle una seña o algo, alguien llegó a interrumpir la pelea.

— ¿Príncipe Ludwig, que hace aquí?—preguntó la voz de un hombre mayor asomándose por una ventana.

Los guardias se quedaron perplejos ¿Así que no mentían?

— ¿Claude? No te he visto en años. Llegaste en momento indicado. Necesitamos urgentemente ver a Francis pero no nos dejan pasar—respondió el príncipe.

Los guardias rápidamente les abrieron la puerta. Uno por uno, los viajeros fueron ingresando al palacio. Cuando Vash pasó al lado de un guardia, lo miró fijamente, aún enojado por la discusión de hace unos minutos.

[Hetalia] Cuento de Luz y SombraWhere stories live. Discover now