YES SIR

3K 86 4
                                    

Camila G!P








Lauren Jauregui jodida hija de puta.

Esa mujer parecía tener una estaca en el culo, la sargento Jauregui mejor conocida como la cara de orto entre nosotros los cabos. Aquella mujer necesitaba ser follada con urgencia pues su mal humor nos hacía pasarla muy mal en entrenamiento.

Había llegado a la milicia hace dos años y desde entonces la sargento Jauregui ha hecho mi vida imposible desde que intente coquetear con ella.

¿Que?

No sabía que era mi superior, y está buenísima la muy jodida.

Desde entonces ella disfruta hacerme sufrir bajo entrenamiento y no es como si me pudiese quejar con algún superior de ella, quedaría mal parada y además, muy en el fondo disfrutaba que me jodiera la existencia ya que eso ocasionaba que tuviese su atención solo para mi.

—Podemos liarnos en el almacén - Susurre cerca del rostro de Ariana Grande, mi compañera y una chica que pedía a gritos que la follara.

—Nos podemos meter en líos... sabes que no podemos relacionarnos entre nosotros... - Sí, juega a la inocente.

—Pero nadie se dará cuenta, nos escabulliremos por la madrugada anda... - Robé un pequeño beso de sus labios —Mira cómo me tienes... - Tome su mano y note como se sonrojaba mientras llevaba su vista a mi miembro el cual estaba semi-erecto. Se sonrojó aún más cuando lleve su mano a mi pecho —Ves... mi corazón está loco por ti...

—Pero n...

—¡CABELLO!

Mierda.

—¡LARGO DE AQUÍ, BUTERA! - La sargento Jauregui se acercaba lentamente a mi. Ok, debo confesar que tengo un poco de miedo, una pequeña vena sobresaltaba de su frente.

Su proximidad me estaba poniendo nerviosa, estaba acabada sin duda. Jodida mierda si al amanecer no estaba fuera del Ejército.

—Estás en serios problemas, Cabello - Ella estaba muy enfadada y yo aquí poniéndome muy dura con cada palabra que decía —Muévete al campo... ¡AHORA!

Me sobresalté y camine detrás de ella, lo que fue un error. Lauren Jauregui con el uniforme militar era la cosa más caliente que jamás vi en mi vida, esos pantalones no le hacían justicia a su precioso enorme culo, y esa camisa se pegaba a sus tetas como si en cualquier momento se fuese a romper.

Nunca he sido una chica de buena suerte, ahora lo confirmaba pues estaba comenzando a llover.

—Ya sabes que tienes que hacer... dale vueltas al campo hasta que escupas sangre - Se cruzó de brazos.

—Sí, señora - Le di una mirada de muerte y comencé a trotar para calentar. Un día de estos me desgarraría un tendón o alguna mierda así.

No sabía cuanto tiempo había estado corriendo pero mis piernas ya no daban para más, la lluvia lo hacía todo peor y el frío calaba hasta en los huesos, desvié mi camino hacía la sargento quien no se había movido de lugar desde que comencé.

—No te he visto vomitar sangre, Cabello.

—Con todo respeto, esto es una mierda Lauren - Se tensó cuando la llame por su nombre —Te he pedido mil disculpas durante dos años por faltarte el respeto de aquella manera - Me avergoncé un poco al recordar aquel día cuando le mostré mi pene bueno, casi.

—Más vale que empaques todas tus cosas, por la mañana estarás fuera.

Joder.

Siempre estaba quejándome pero amaba estar acá, servir a mi país.

One Shots - Camren Where stories live. Discover now