~Varian y tú~
~ una vez alguien me dijo hay un mundo infinito de probabilidades infinitas~
~ yo solo pense y en ¿cuantas de ellas nos conocemos?
~¿que esta pasando en otra parte en otro universo?¿nos conocemos?¿estaremos destinado estar juntos en ot...
- ____- llamo el hombre al estar frente a frente de aquellas gran puerta, deteniéndole antes de entrar a aquel cuarto - Quiero que te comportes a la altura - exigió su superior, mientras que su mirar solo reflejaba cierto desdén, a lo que ____ simplemente afirmo con un movimiento de cabeza, para volver a su postura de seriedad -bien... no me defraudes- pidió el de forma amenazante.
Simplemente ____ se dedicó a asentir.
<<Bien, aquí vamos>> pensó antes de abrir las puertas del palacio...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Una voz susurraba suavemente una melodía al joven que descansaba, esa voz, era una voz que estaba seguro de haber escuchado antes, sin embargo no sabia en donde,
el ceño del alquimista algo inquieto, se frunció levemente al escuchar la suave y melódica voz de la mujer, el abrió los ojos, sin embargo el ya no estaba más en su alcoba.
Si no en el bosque, algo confundido el joven miro a su alrededor, intentando analizar su situación, sin embargo algo le interrumpió, nuevamente aquella voz, la cual esta vez le llamaba por su nombre, el joven algo exceptivo a lo que escucho se quedo estático.
~Varian!!!~ volvió a llamar aquella mujer, mas sin embargo esta vez se escuchaba mortificada.
El mencionado algo inseguro se comenzó a acercar. No obstante algo interrumpió su cometido, era otra voz.
~Ya voy!!!~ se escucho un grito infantil del otro lado del bosque, así mismo causando que el alquimista se oculte entre los arbustos. mirando incrédulo pasar a lo que parecía ser el mismo, siendo un niño, el infante corría hacia el lago para acercarse a una mujer, la cual el mayor solo podía ver de espaldas.
~ Varian, cariño te dije que no te alejaras ~ musito la mujer misteriosa algo preocupada.
~Lo siento mucho Mama, es solo que...~ el menor inseguro de lo que iba a decir, hizo una señal para que la mujer se acercara, a lo cual el infante coloco su mano cerca del oído de la de orbes azules para finalmente susurrar ~Es solo que, le tengo miedo al lago ~ a lo cual como respuesta solo obtuvo una risa llena de ternura de parte de la mayor.
~Cariño, no hay nada a lo que temer ~ hablo la mujer intentando animar al pequeño ~Te contare un secreto, pero es entre tu y yo nadie puede saberlo ¿de acuerdo?~ cuestiono la mujer extendiendo su meñique al infante.
~¿Ni si quiera a Papa?~ cuestiono el pequeño.
~Ni si quiera a Papa ~afirmo la alquimista ~¿Listo?~ inquirió nuevamente a lo que el menor impaciente comenzó a asentir.
La mujer se acerco a la orilla del lago para sumergir sus manos en el agua, la cual poco a poco comenzaba a emitir una deslumbrante luz, el menor curioso se acerco al lago, para admirar que en esta miles de hilos brillantes se formaban en el agua.
