Two Birds

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Capitulo 1: Origen

- ¿Por que no me lo dijo? -cuestiono el joven de ojos azules mirando desesperado las cadenas oxidadas- Creí que entre _____ y yo no había secretos-

-Lo prometimos, prometimos no contarle a nadie ¿De acuerdo? —Cuestiono el desesperado joven —Éramos solo unos niños asustados que habían perdido a su madre ¿ok? tenia miedo, tenia solo quince años, solo queríamos volver a casa, solo queríamos un hogar, pero la única persona que nos amo se fue y sin ella... yo... decidí que debíamos irnos, fue cuando ____ y yo tuvimos que sobrevivir eso es todo ¿Estás contento ahora?-

—Lo lamento... Yo... Hugo no tenía idea... — el alquimista solo le miro algo avergonzado, mientras los recuerdos venían a su mente, ciertas cosas comenzaban a cobrar sentido después de esa aclaración, no podía imaginar todo aquello que los dos debieron pasar.

-Ya no importa, ahora _____ esta con el y...- la mirada del joven bajo dejando salir un cansado suspiro— esto no era lo quería, quería que ____ tuviera una vida, lejos de aquí, siempre soñamos con un hogar, pero me daba tanto miedo que _____ encontrara con quien compartir su vida y me dejaría a un lado, después de todo un hermano es un estorbo ¿no?—

—Hey, oye no digas eso, ______ te ama eres su familia, su mejor amigo, eres su hermano, jamás te haría a un lado por nadie —musito intentando reconfortar al mayor, que se abrazaba preocupado así mismo.

¿Tanto miedo tenia? se cuestiono el alquimista, ¿Qué era lo que los había hecho huir de casa? lejos de sus padres.

Era una buena pregunta pues en ese momento los recuerdos, era lo único que había pasado por la cabeza de Hugo...

El joven se removía, iba de lado a lado por toda la cama buscando una posición cómoda para dormir, no podía encontrar una, tallo sus parpados y murmuraba molesto cualquier cosa, su mirada preocupada vagaba por el techo mientras repasaba su día entero, algo lo agobiaba; lo atormentaba en las madrugadas, lo molestaba.

Había algo que lo torturaba, el joven no se había tomado bien la inesperada y apresurada noticia que le había dado su padre, el peso que había caído sobre sus hombros era demasiado que digerir para el, sin embargo, el no tenia ninguna otra opción, era su deber,  su destino ya estaba decidido, tallado en piedra, el de ojos esmeralda suspiro de forma pesada antes de volver a quitar los cobertores de encima y salir de su lecho, se resigno, no estaba dispuesto a pagar ese precio. 

No se daría por vencido, sabia que no cambiaria de opinión, pero no tenia por que obedecer sus reglas ¿No? Pues justo en ese momento una idea algo arriesgada cruzo por su cabeza. Su mirada se posicionó en la puerta del cuarto, vacilante y cuidadoso el joven se levanto de cama.

El joven se acercó inseguro a la puerta del cuarto, sus pies descalzas contra el gélido suelo sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, tal vez era la culpa, no lo sabia pero tembló por la sensación, que le decía que se alejara de la puerta fueron varios intentos para mantener la compostura mientras caminaba hacia la salida.

Soltó un enorme suspiró antes de girar delicada y lentamente el cerrojo dorado de la puerta, cerrándola con cuidado.

Contuvo el jadeo que quería salir de su boca, caminaba lenta y sigilosamente por el extenso y solitario pasillo sin embargo su paso se detuvo al mirar un gran y hermoso retrato, sonrió con pesadamente mientras sus ojos comenzaban a humedecerse.

-Lo siento mucho mama, pero no puedo quedarme- musito apenado en un murmuro , antes de depositar un beso en la palma de su mano y con ella acariciar suavemente la fina textura de la pintura. Le dolía realmente irse.

El joven siguió caminando lentamente por el extenso pasillo, sin embargo, se detuvo en seco al observar la puerta, no podía irse, no sin despedirse, el joven abrió con suavidad la puerta intentando no hacer un solo ruido, el primer pasó que dio dentro de la alcoba hizo que sus piernas temblaran, al igual que sus manos, a cada pasó algo comenzaba a quitarle el aire, pues simplemente para nadie no era fácil entrar a esa alcoba sin sentir; sin sentir ese algo que dolía en el pecho.

Varian One-shotWhere stories live. Discover now