Agradeció con todo su ser cuando la campana que anunciaba el final de las clases sonó. 

Sólo le quedaba despedirse de Luz y volver a su miseria particular en la comodidad de su casa.


Y en efecto, encontró a Luz en la salida, se encontraba parada ahí, aunque su mirada lucía perdida dentro de su mente.

—Luz— le habló acercándose.

La chica parpadeó y se recuperó, —oh, hey Ams— saludó ella.

—Yo... venía a despedirme, hoy tengo que estar en el rincón de lectura y debo preparar unos archivos para mi jefe— se excusó, su coartada para ir más temprano eran los archivos.

Pero antes de que cualquiera de las chicas dijera otra cosa, 'Hooty' apareció a una velocidad considerable y se estacionó en su lugar habitual para recoger a Luz. 


La novedad es que Hunter no era quien manejaba.


Eda tocó el claxon brevemente para llamarlas. Amity aun en contra de su voluntad se acercó, debía guardar las apariencias.


. . .


Eda bajó un vidrio para hablar, una vez que ambas chicas se pararon junto al auto.


—Hola Luz, hola Amity— saludó ella —sé que es inesperado que Hunter no sea el que te recoja, pero digamos que tengo unos asuntos de negocios a tratar con Amity— dijo viendo a la menor Blight, quien se reusaba a hacer contacto visual —así que Luz, espéranos en esos escalones, será una charla rápida— le indicó a su hija.

Luz la miró interrogante, pero no discutió e hizo exactamente lo que Eda indicó.

Amity, sin embargo, estaba empezando a excusarse cuando Eda la miró directamente con una ceja alzada. 

—Blight, sé que ustedes valoran mucho su tiempo, mientras más rápido subas, más rápido te irás.


Ante ese argumento, Amity subió al asiento del copiloto a regañadientes.

—Bien, ¿qué es lo que quieres? — preguntó una vez que cerró la puerta.

—Digamos que ya me enteré del problema que vienen arrastrando Luz y tú— respondió Eda simplemente.

Ante esa oración, Amity estaba alcanzando rápidamente la manija del carro. 

Pero Eda tenía buenos reflejos y puso los seguros, dejando a la Blight encerrada.


Amity la miró sorprendida y Eda al fin pudo ver sus ojos. 

Si pudiera hacer un balance de quién se veía más triste entre esta chica y su hija, seguramente no habría ganadora, ambas lucían esa mirada cansada y triste.


—Ayer les llegaron las cartas a Luz y a Hunter, ambos se quedaron en Yale— empezó a comentar Eda.

Amity la miró asintiendo con la cabeza, podía ver como Amity procesaba sus palabras.

—Y la de Luz vino con un plus, no sé cómo, pero consiguió una beca, 80% de sus gastos los cubre la institución— continuó explicando.

Aprendiendo a ser [Lumity]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum