Capítulo 32

202 29 4
                                    

<< Amity habla un poco con Luz >>


Amity volvió a la conciencia después de un remolino muy extraño en sus sueños.


Sintió que una mano le estaba acariciando el cabello suavemente.

Volteó para averiguar de quién se trataba.

Luz estaba sentada al borde de la cama, mirándola detenidamente.

—Buenas noches, hermosa— saludó mientras se estiraba para tomar un vaso de agua que estaba ya servido en su mesita de noche, —supuse que te gustaría tomar uno de estos.

Amity intento responder, pero lo único que salió de su garganta fue un sonido lastimado, era obvio que necesitaba el agua.

Se enderezó para sentarse, se recargó en la cabecera y aceptó gustosamente el vaso de agua.

Mientras hacía todo esto, Luz la miraba con precaución.


Debía verse como un desastre.


Una vez que terminó con ese vaso, Luz le ofreció más, al parecer tenía una pequeña jarra de cristal llena.

Amity accedió y tomó otro gran vaso de agua. Vaya que lo necesitaba, ahora si se sentía mejor.


Vio directamente a Luz a los ojos.

Esos ojos color avellana que apenas unos meses atrás le habían causado una enorme curiosidad, ojos en los que podía perderse por el resto de su vida.

Le debía una explicación.


—Luz...— comenzó, mientras desviaba la mirada —mis padres se enteraron, ya saben sobre nosotras.

—Supongo que no se los contaste tú— dijo Luz acercándose para tomar una de sus manos.

Amity suspiró fuertemente —un periodista los está chantajeando, tienen fotos nuestras y una investigación sobre ti. Quieren 50 mil para no sacar la nota en la televisión— explicó angustiada.

Subió de nuevo la mirada, Luz se encontraba pasmada, podía ver que sus pensamientos se empezaban a acelerar.

—No sé qué hacer. No creo que ellos tengan tampoco esa absurda cantidad como para pasarla así nada más. Yo... tengo miedo, Luz— sentía que las lágrimas luchaban por salir de nuevo.


Ante esa última oración, sintió como Luz la acercaba y se fundían en un abrazo que, honestamente, Amity necesitaba.


—Está bien Ams, estoy aquí. Lo resolveremos, no te preocupes.

Amity enterró el rostro bajo la barbilla de Luz, tratando de calmarse.


Estuvieron en esta posición un rato, hasta que Amity recordó que su Abue probablemente no sabía de todo este enredo.


—Por cierto—, mencionó mientras se limpiaba algunas lágrimas, —¿no sabes qué pasó con mi Abue? — le preguntó a Luz.

—Pues, me abrió la puerta y me advirtió que tal vez ya dormías, que subiera en silencio, pero no me dijo nada más. Tampoco ha venido a asomarse o algo— explicó la Noceda.

Aprendiendo a ser [Lumity]Where stories live. Discover now