Capítulo 42

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<< Eda podría tener una solución para el problema de las chicas >>


Era martes por la mañana y Amity despertó sin ganas de ir a la escuela.


Más allá de sus problemas actuales, no quería ir y ver a Luz triste por su culpa. 

Sentía la opresión en su pecho cada que Luz trataba de hablar normalmente con ella, pero su mirada no era la de siempre, se veía cansada y perdida. 

Quizá tanto como la de Amity.


No había querido tener 'esa conversación' porque todavía no se sentía lista, no tenían opciones.


Amity no sabía qué hacer.


Según recuerda, Luz le mencionó que ayer les llegarían las cartas de aceptación. 

Willow ya le había notificado que la suya había puesto un gran 'aceptada' en el contenido. 

Pero Luz no había hablado con ella desde que se despidieron a la salida de la escuela.


Resignándose a que tendría que ir y enfrentarse a sus amigos y a Luz, se levantó de la cama y comenzó a prepararse para salir.

Trató de poner una mejor cara ante su Abue para no levantar sospechas, estrategia que pareció funcionar, ya que su Abue, hasta el momento, no había notado nada raro.

Se despidió de ella y salió rumbo a la escuela.


Se tomó su tiempo para caminar, el cielo era de un azul muy pálido, el sol no tenía mucho tiempo de haber salido, por lo que su fuerza era mínima.

A pesar de ir con paso lento, no se retrasó demasiado su hora de llegada. 

Distinguió a Willow y Gus en la entrada, pero antes de darse a conocer, trató de mentalizarse para lucir bien y no tener que dar explicaciones.

Saludó a los chicos rápidamente, felicitó a Willow y prácticamente huyó dentro de la escuela, argumentando que tenía que buscar unos materiales para su primera clase. 


Por lo menos Luz no había llegado todavía.


Si sintió las miradas extrañadas de sus amigos, no lo hizo notar, prefería fingir demencia por el momento.


Por alguna razón Luz llegó sobre la hora a la primera clase que compartía con Amity, la saludó rápidamente y buscó su lugar en la clase la cual comenzaba prácticamente en ese instante.


. . .


A Amity le costó mucho resistirse a ir y abrazar a Luz, y llorar en sus brazos, y escucharla hablar como siempre. 

Le dolían las miradas tristes que Luz le daba cada que Amity rechazaba hablar de 'su problema' pero no tenían realmente nada de qué hablar, literalmente no había algún plan.


Así pasó todo el día, entre Amity evitando hablar con Luz a solas y con miradas preocupadas de sus amigos cada que estaban con ellas.

Aprendiendo a ser [Lumity]Where stories live. Discover now