II. El Aura del Corazón

27 0 0
                                    


Rojo Carmesí
Cariño, si te miraras en el espejo de mis ojos
te darías cuenta de tu hermosa aura
que irradió en mí un cálido amor.
Déjame tocar tu corazón,
tus latidos que retumben en mi sentir
que me llena de pasión como un rojo carmesí.

Por ti viví, morí y reviví,
esperando paciente tu oportuno halago;
como un conquistador de tus besos,
atacaría a todo amante que espera un lugar a tu lado.
Quien te arrulle en sus brazos será celado
 por esta gran fantasía
que se vuelve infierno en mi corazón invernado.

En un bosque de mentiras
no caigas en cualquier trampa
pero, no te angusties si este cazador enamorado te atrapa;
Si no me correspondes, serás como un viento salvaje
que arrebata mi pureza de joven 
y yo seré un hombre cayendo en desgracia.


La Cueva
En una cueva fría me encontraste
dormido en un entorno soledad,
un negro tan intenso alumbraste
y te llevaste de mi alma la crueldad;
Tú, linterna que en mis ojos iluminaste,
la luz de tu hermoso resplandor,
con tu aura deslumbrarte y espantaste,
los demonios que habitaron mi interior.

Hoy te busca mi deseo apasionante
que buscan en tus brazos un querer,
serás mi fogata en este helado viento
que vuelven cálido mi soleado amanecer.

Cielo ocaso colorido
azul cielo esclarecido,
marchitaste mis artes oscuras
haciendo pintoresco el sufrimiento adolorido.

Dulce fulgor,
lléname de tu pureza,
acaríciame y grábame con tus recuerdos
este penetrante amor.

Cuando el fuego se apague y la cueva se llene de humo,
has contacto con mis besos
y haz tu fuego ardiente perpetuar en mi entorno cegador;

Y si está es una despedida, y quitas el brillo de mis ojos
procura no dejar mi alma en trozos,
con atónito sufrimiento comprenderé que debo seguir,
pero llevaré conmigo tú última sonrisa
que será mi más preciado souvenir.


En el abismo de tu pasión
Un rico sabor, un beso arrebatado en medio de
una exquisita noche,
así se siente al amor
una excitación en medio del derroche;
Un hielo deslizante en mi cuerpo
tan frío, pero , tan encantador
eres menta en mis labios, que son tan frescos
en este calor;
Calor que me derrite y me hace obsesionarme,
una ninfa de bosque que me envuelve con su mirada
apasionante;
Eres mi plato que degusto y la bebida que me embriaga
y me hace amarte.


Prende el ventilador, es hora del espectáculo,
haz que gire y dé vueltas,
sin que caiga en la locura
que me derrite en este ardiente amor.

Me siento tan loco sin haberme drogado,
no permitas dejarme caer en este enamoramiento
pues, tuyo es mi placer
y de tus ojos mi corazón hechizado.

Eres tan caliente sin perder el glamur,
eres intimidante que me vuelvo tu sumiso;
Abismo apasionante en que me haces tú caer,
al ver tu modelaje en el reflejo de tu espejismo;
Estoy arriesgando demasiado al dejarme caer a tus brazos,
hipnotizado por ese cuerpo que te vuelve deidad 
y a mí tan solo un frívolo mundano.




El lazo de la vida y el tiempoWhere stories live. Discover now