Reflexión

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¿Cuantas veces no has querido hacerlo? Saltar del precipicio, abandonar todo lo que tienes, tus recuerdos, tus vivencias, lo que más amas, a esa mascota que tiene hacia ti el más puro amor, a tus seres amados. Aun sintiendote por tu cuenta, aun sintiendo que no hay más fuerza en ti, que vas por la vida sin un motivo, quiero decirte que está bien, está bien el miedo que te invade; miro con total admiración todo lo que has soportado y todo lo que no, las veces que has estallado por haber aguantado tanto y llegar hasta este punto, de tocar la profundidad del vacío.

Observa la grandeza de tu alma, todo en ti está bien; está bien si no queda más fé en tu corazón, está bien si no crees en una religión, está bien tu sexo, está bien ser diferente, también está bien no encajar en todos los lugares, no todos están acostumbrados de percibir el brillo de otras personas,  está bien la vestimenta que tienes puesta en este momento, tu humor, tu soledad.
Nadie debería juzgar tu sentir, yo no lo haré, solo quiero que sepas que una luz puede brillar en el fondo de esa oscuridad, y sé que no la ves, porque esa luz es interna, tú la has enterrado y solo saldrá a flote cuando des el siguiente paso, cuando afrontes la perturbación que originen tus temores. Cierra los ojos y reflexiona a tu madre, aquella que amas o aquella que te odia, aquella que se fue: piensa en tu padre, el mejor hombre de tu vida, o quizá aquel que te abandonó, que nunca conociste, que te golpea, que murió o que tanta falta te hizo. Piensa en tus hermanos, aquellos que nunca ves, con los que peleas a cada momento, aquellos que han oprimido tu persona; En ese amor idealizado que se fue con sus tantas promesas; Piensa en ese amigo que dijo que estaría para ti, y no has recibido alguna palabra de él desde ya hace meses; Piensa en el sacerdote aquel que te dio consejos de vida y te aferró a la fe que te hizo creer que el milagro sería tu salvación, y juzgó tu persona, llamándote pecador en nombre de  Dios, poniendo en alto su religión  antes que tu bienestar mismo. Piensa en todo ese daño, ¿no lo ves?, ahora estás seguro que todo en ti está mal?, quiero que comprendas que no hay nada malo en ti, lo malo fueron las circunstancias, el haber entregado tu corazón a quien creíste que lo arreglaría, culpa de la muerte que arrasó con lo que más amaba, culpa de ese daño que se transmitió en patrones y ha llegado hasta ti y quizás lo has repetido. Comprende la peculiaridad de tu alma, tu mente destructiva y la negación de tus sentimientos, piensa en todas las veces que rechazaste las oportunidades, en todas las disculpas que quisiste pedir pero tu verguenza no te dejó a razón de tu porpio ego, piensa en el abrazo que nunca diste, piensa en el lugar al que siempre quisiste ir pero que aún no has conocido, piensa en que aún estás a tiempo de regresar y decir las palabras fueron arrebatadas por las circunstancias .

Por último quiero que abras los ojos, te abraces a ti mismo, te des las gracias y relaciones tu pasado con tu presente y aquello que te lleva a tomar una desición tan letal como esta, ¿es el miedo?, vamos dite a ti mismo que si no estás harto del jodido miedo, el hacerlo tal vez lo haga desaparecer, tal vez si te quedas todo seguirá igual, o tal vez si te retractas en este momento le abrirás la puerta a las cientos de millones de posibilidades que permitan que aquella luz salga flote y se expanda en ti. Si te quedas puedes tomar la misma desición, el mismo objetivo que tiene tu suicidio, puedes quedarte y no seguir soportando más, liberarte de aquel tormento, puedes seguir solo por la vida pero corriendo en las distintas direcciones del viento, eres tan igual con la misma libertad que se ha limitado porque así lo has permitido, yendo a otro lugar a buscar estabilidad. Puedes soportar ese trabajo de mierda y recolectar el dinero que te hace falta para pagar tu deuda, o pagar aquella cosa material que hará de ti una mayor felicidad, puedes conseguirte otro, al fin y al cabo no le debes nada a aquel jefe prepotente; Puedes no seguir soportando el dolor de la vida, es díficil de decirlo, debido a que nunca se está bien después de una muerte, eso de que el tiempo lo mejora todo puede ser un completo embustero, pero confío en que siempre hay maneras de seguir adelante aunque no lo parezca, honrar la memoria de aquel ser amado que perdiste, o tal vez no, tal vez el paraíso no exista y jamás veremos aquellos ojos en el que se reflejaba tu vida feliz, o tal vez si, lo sabrás ahora si tomas la desición o de igual manera lo sabras si esperas a que tu ciclo se cumpla. Puedes irte de aquel lugar que solo bombardea tu mente y te llena de guerras y de catastrofe, no estás obligado a soportar  batallas que no te corresponden

Espero de corazón que te encuentres bien pronto, que pases la gran tormenta que está solo encima tuyo, y si son mil tormentas más espero y sepas como caminar sin ser derribado por el viento, te sirva  esta reflexión que al igual puede ser una mierda más de malos consejos, solo quiero que no te dejes derribar por las olas que buscan hundir, que no te guardes tu sufrimietno para ti solo,  que encuentres paz en ti, que jamás las desiciones de otros influyan en las propias tuyas, yo no quiero influir en eso. Solo quiero que sepas que eres magnífico, la debilidad siempre ha sido factor de fortaleza. Siempre hay algo, algo que no sabes y que puedes averiguar en este momento si sueltas todo el peso que te ha provocado un desgaste. Hay un gran poder en el universo, un rumbo de la vida, una razón de la existencia, y una razón de tu realidad.

El lazo de la vida y el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora