dedicatoria

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Este pequeño libro es dedicado para todos aquellos que pasan un duelo; aquellos que sienten un vacío enorme en su alma, se sienten incapaces de poder continuar e incluso se han rendido; aquellos que se quedan estancados en paraísos oscuros, esperando como un ave, un momento para despegar. Para mí mismo, que a veces necesito un rinconsito para desahogarme, y recordar aquellas noches de tormento en que mis pensamientos me llenaban de negatividad saturada, y sin duda me llevaron hasta este punto de creerme un poco más capaz; aquellos en donde sintieron la inspiración y la fortaleza de creer que también todo estará bien, y me llevaron a la planeación constante de quererme comer al mundo.

Por supuesto, para ti que estás leyendo esto y necesitas de un abrazo, deseo que mis palabras lo hagan. Quiero que como yo, encuentres una forma de manejar tus emociones, de recorrer tu camino, permitirte que tus miedos fluyan y entiendas que la angustia siempre está bien; que no se trata de cobardía, se trata de una forma de autofortalecimiento, y es necesario para continuar por el sendero de la vida. 

(No es intención del autor ofender a alguien, tampoco cambiar su pensar, o propiciar a malas acciones. Los textos en este libro son desde la perspectiva y emociones mismas de éste, y no se espera convencer al lector de estar de acuerdo con ellos).

El lazo de la vida y el tiempoWhere stories live. Discover now