I. Luz

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Optimista
Tal como el ocaso, contemplativo soñador,
cargado de optimismo, del fracaso vencedor;
contador de los segundos,
cuerpo portador de un alma agotada;
resistiendo al fuego ardiente,
tus cenizas conservadas.

Resucitador, conducido por la brújula de la esperanza;
hoy si mueres, el mañana será tu nacimiento,
una pintura más del renacimiento.
Yo, admirador de tu porte elegante,
divino e ídolo del lirio,
quién en tus ojos causa atención,
será bendecido.

Optimista, acepta la invitacion del universo
que te pide ser un rastro luminoso;
aléjate y resignate a la vida
y aunque mi ser se destroce,
seguiré a la luz que me aferra a éste mundo
y tu partida será mi herida.


Te busco en las noches querido soñador,
aquí todo es extinción y, tú,
una luz brillante perpetuando en la eternidad;
Lleno de gloria, un ser merecedor,
de toda la divinidad de Dios y su verdad.

Le pedí al tiempo
Le pedí al tiempo que te mantuviera a salvo,
le pedí al tiempo que jamás te alejara de mí.
Hablé con Dios, hincado le suplique que mantuviera a salvo a mi dulce compañía;
Dios no me respondió;

Le pedí al tiempo que no marchitara tu ser, ni tampoco arrugara tu piel;
el tiempo no me hizo caso,
el tiempo me arrebató a mi ser más preciado.

Hablé con Dios y le dije que odiaba al tiempo,
me quejé de toda la vida e incluso me rendí ante él,
le hablé de su crueldad, de la fríez de su espíritu;
 lo culpe de todo, al fin y al cabo, él es mi dueño,
él es el dueño de todo lo existente;
Dios no me respondió.

Toda mi vida temía al tiempo, la amargura me arrebató la luz,
 jamás volví hablar con Dios;
vi pasar mi vida, el tiempo moría conmigo lentamente,
mi ser desmoronado, mi cuerpo agrietado;
En ese momento le di mi último gesto de fe al creador.
Él no me respondió.

El tiempo me tomó, derretía mi piel, quitándome todas mis fuerzas;
tirado en el piso sin conciencia, desperté siendo luz.
Entendí que yo era la respuesta de Dios,
el tiempo es verdad absoluta;
Dios está en mí, su bondad afectará a todo ser rodeadote en mi vida,
Dios afectará a mi dulce compañía.

Por fin bien, rodeado de luces más brillantes estoy
en todo este paisaje brillante en donde solo existe verdad,
 la paz reina, reina la tranquilidad;
La preocupación se ha ido, el tiempo se paralizó en este plano,
siempre temí a la inofensiva verdad.
Aquí estoy, mi dulce compañía me acompaña;
Perdón tiempo, perdón Dios.

En el éxtasis de la noche
Recuéstate a un lado dentro de la realidad,
siente el material físico combinarse con la naturaleza,
observa a la luna luciendo radiante
y al éxtasis de la noche a través de tu ventana.
Toca tu corazón y acaricia tu sentir,
la blancura de tus ojos, llenos de pureza,
deja que la alusión entre en ti
y la verosimilitud le abra la puerta a las posibilidades.

Contempla las millas de estrellas que cuelgan en el cielo nocturno,
siente la liviandad de tu alma,
permite que tu fragilidad te eleve
y extingue en ti el miedo.
¿Lo sientes?,
estás fuera de mi mente.
Dios, estoy tan drogado
Deseo sentirme así en la sobriedad.

Casi toco las nubes, cariño
son tan suaves las siento con mis dedos,
no mires atrás,
todos ahí abajo se ven tan pequeños.

¿escuchas el latir de nuestra Tierra?,
no te asustes si la oscuridad penetra tu entorno,
atraviésala, sal de la atmósfera y vuela en el espacio.
Es un espectáculo colorido,
la tranquilidad aquí se siente bien
todas esas luces que me hacen envidiar a Dios,
él es tan afortunado.

Quiero que la luz entre en mí, universo dame la dicha,
no me quites esto, ya perdí demasiado.
Lo siento, siento el gran dolor,
derramado a sangre en mi corazón,
la luz traspasa mi pecho
pero se siente tan bien.
Soy transeunte en un plano multidimensional;
Estoy tan excitado,
todo orbita en mi.

Deseo perpetuarme como una estrella en millones de años,
extenderme en la maravilla universal;
como tener magia en las manos,
la libertad se siente tan bien;
No me juzgues esta vez, hoy me siento tan dichoso,
esta vez la existencia conspira a mi favor.

Terminé mi viaje a lo existente,
me aproximo al vacío de mi alma,
a un negro cegador,
esta vez salgo del universo
entrando a otro inimaginable plano universal.

Veo las almas, almas perdidas flotantes
planetas de gran peculiaridad,
astros y nebulosas,
polvo cósmico acariciando mi piel
ellas celan mi cuerpo en vida;
lo he buscado tanto y no lo veo por ninguna parte
me pregunto si Dios es el mismo universo.

Ha sido un viaje alucinante, hermoso éxtasis de la noche.
He conocido a cada versión de mí,
cada una de ellas fui un mediocre perdido;
en cada vida multiversal lo arruiné todo,
en cada sentimiento de mi multiser no hay satisfacción misma
nada que se compare al efecto que causas en mi alma.
Ahora lo siento, la luz habita en mí
por fin comprendo la realidad misma,
la absoluta verdad.

 Ahora lo siento, la luz habita en mí por fin comprendo la realidad misma, la absoluta verdad

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El lazo de la vida y el tiempoWhere stories live. Discover now