V. Mundo frágil

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La verdad de las palabras
Hay algunas cosas que no deben ser comprendidas
 para no explotarnos  la cabeza;
Hay algunas otras que no deben ser dichas
 para no perder a alguien.
No indagues en verdades que podrían destruirte;
algunas veces tendremos que fingir y mentirnos,
es el sufrimiento de la verdad.

Hay crueldad, hay abuso y hay crímenes en las palabras
y como son pronunciadas, también son arrebatadas por el viento.
Habrá que quedarse callado y vivir una desgracia
al lado de quien te quiere siempre mudo;
Tendrás que agrietar tu corazón, sangrar tu garganta
 y quebrarse la voz;
Habrá que llorar en silencio y lanzar gritos mudos,
criticar con la mirada y juzgar con la mente
y habrá que ser lingüistas de una sintaxis destructora.


La Guerra
Vivimos hasta donde la guerra quiere,
enemigos nuestra alma toman, dejan caminos sangrientos
 y putrefacción a su paso.
En una lucha donde el ego es lo primero, la esclavitud después
 y no hay gloria para nadie;
No hay final cuando ya murió la esperanza,
una vida de sufrimiento arrasada por la ambición.

Hermanos paren, y pongan sus pies muy firmes en la tierra,
no dejemos que una bomba nos derrumbe.
Es triste ver a soldados luchando por inhumanos arrogantes,
de una visión monetaria y con una sed de poder;
mientras marcan su sentencia de muerte,
 abandonando su familia y toda una vida de sueños.

Ellos ganarán sin haberse ensuciado las manos,
su nación no les importa, sólo su victoria;
peleando territorios que no les pertenecen,
 mientras inocentes castigados
son despojados de sus tierras,
un  jodido mundo ardiente de  llamas infernales;
Tomando recursos ajenos, recorreindo caminos de cadáveres;
 niños hambrientos y madres angustiadas,
mujeres violadas por altos mandos cobardes;
un frágil mundo, de habitantes  esclavos.

Hay  un gran panorama, el mundo en decadencia;
la guerra devasta, crea odio, caos y propicia crímenes;
Cuando digas su nombre, no la llames guerra,
llamála catástrofe.


Abuso
Ansié contando las horas del reloj nuestro encuentro,
una cita tan descepcionante;
tu rostro, tan engañoso como tu alma,
el mío, tan crédulo e ingenuo;
Ansié contando la eternidad que tu prolongabas, y yo,
con un desesperado deseo que tu abuso acabase.

Desgarraste hasta mis entrañas, 
hoy son heridas que aún sangran;
un maldito domador de mente,
aún me duelen los pensamientos de tu recuerdo.

La desesperación se tornaba frustrante
y mis ganas de luchar arrebataste;
 con desprecio recuerdo aquel día 
y con odio me auto culpo por ser presa de tu perversidad;
Una trampa que con feroz deseo planeaste,
fue tu abuso el que me transformó en vacío.


Películas
Hasta que dejemos de vivir en una película;
hasta que dejamos de seguir ese camino sin rumbo
 al que llamamos vida;
podremos alcanzar la plenitud, la paz interna
y de nuestro entorno.
Necesitamos abandonar el barco que navega
sobre grandes océanos, de una oscuridad eternidad
 en donde no hay faro que nos guíe.

Cuando renunciemos a la simulación mundial,
 en donde somos simples experimentos,
incapaces de obtener nuestra propia libertad;
suplicando por las sobras y llanándonos de agotamiento
Mientras ponemos nuestra fé a seres ficticios,
rogando por salvación y misericordia.

Dejaremos de vivir en una película, 
hasta que nos quitemos esos lentes,
aquellos que nos ciegan
 como cuervos  arrancando nuestros ojos;
renunciándo a ser copias de personalidades mezcladas
en busca de una identidad,
en donde nadie está a salvo  de la sombra,
estando parados en la imposibilidad de la autorrealización;
en un barco que pronto será hundido y tragado por el olvido,
con destino a un fondo sin salida.


Somos actores de nuestra escénica vida
El sujeto vergonzoso, baja la cabeza ante las burlas,
ante la violencia y  el abuso;
El sujeto inseguro, se autogestiona
 y duda de su última palabra pronunciada,
cuestionándose de si ésta es la correcta.

El sujeto seguro ha pasado por situaciones que le han
quebrentado los huesos,
le han roto cada tejido y le han debilitado los nervios;
ha conocido bastante del género trágico,
que no acepta vivir en tragedia de la vida.

El sujeto ansioso en medio de una plática,
 sentirá esas ganas de arrancarse la piel,
 tirarse del precipicio y terminar con su existencia,
 pero no te apresures querido ansioso,
ese pensamiento es fugaz.

No es intención del sujeto estresado provocar una pelea,
pero, sí, termina dañando su entorno y dañándose así mismo;
Dolores de cabeza, malestar en la garganta
por tragarse las palabras de su mente trastornada.

En este mundo cada sujeto es protagonista de su vida
y cada uno es parte de un escenario en donde todos somos sensibles
 con una máscara de fortaleza emocional;
Cada personaje tomará el papel de víctima o victimario. 
Pero habrá que ser cuidadosos debido a que el sufrimiento
que tienes por dentro podrá provocar
el mismo efecto en los sujetos que rodean tu vida.


El lazo de la vida y el tiempoWhere stories live. Discover now