Capitulo 32

142 21 0
                                    

-¿Estás bien?- pregunto Macau abrazandolo por la espalda.

-Si, me siento extraño.. creo que algo nervioso, nunca he ido a un evento asi- respondió suspirando.

-Estare contigo todo el tiempo, no te sueltes de mi y estará todo bien- se separo tomando su mano- Te ves tan lindo, mira esas mejillas- apretó una de sus mejillas.

-Vamonos- miro su reflejo por última vez en el espejo, no iba con un traje elegante como Macau, su cuerpo no se adecuaba a eso por ahora, pero si llevaba ropa de vestir y un ligero blazer sin abotonar para no parecer tan casual.

Aun no compraban los muebles, lo harían el fin de semana. Por ahora era viernes y tenían esa fiesta del nuevo cliente.

Llegaron al hotel, la fiesta era en el salón del mismo lugar. Un valet parking tomó las llaves y se llevo el auto para que ellos entraran. Era elegante sin duda, había muchas personas, todas se veían finas, con joyas, ropa de marca y demás. Incluso mirarlos se sentía costoso. Su preciado novio estaba más sonriente de lo normal, mirando y tocando demasiado a los que lo saludaban. ¿Acaso todos se tienen que besar en la mejilla?.

Finalmente llegaron con el anfitrión, lo saludaron y dieron sus felicitaciones. Iban tomados del brazo o de la mano todo el tiempo así que las personas dieron por sentado qué iban como pareja. Los llevaron a una mesa con más desconocidos pero que en ese momento actuaban como si fueran amigos, hipocresía al máximo. El empresario dio su discurso de apertura, contando algunas anécdotas para terminar con el orgullo de por fin fundar una maquila en el extranjero. Hicieron su brindis, aunque Chay tuvo que hacerlo con limonada, pero lo hizo.

Sirvieron la cena y el postre, era muy buena la comida y aunque eran personas que no conocia en absoluto y posiblemente fuera mera hipocresía, estaban siendo amables con él así que hacía lo mismo. La noche siguió su curso pero los pies ya le dolían, sus zapatos eran cómodos pero no tanto como los tenis, así que comenzaban a hincharse sus pies.

-Necesito ir al baño otra vez- le susurro al oido, esperando que no lo escucharan los demás.

-Yo te llevo- se disculpo con una sonrisa con los demás.

-No, yo puedo ir solo. Es una platica importante- le dijo seguro caminando entre la gente hacia donde ya sabía que estaban los sanitarios.

Hizo sus necesidades y lavo sus manos mirandose al espejo. Comenzaba a notarse el cansancio a pesar de que se había puesto algo de crema con color para disimularlo. Suspiro acariciando un costado al sentir el golpe.

-Calmate.. se que quieres irte bebé- respiro profundo cerrando sus ojos.

Chay estaba cerca del octavo mes, el tiempo se había pasado demasiado rápido. Ese bebé era demasiado inquieto, tenia mucha energía, le daba patadas muy fuertes a veces.

-¿Estás..?- le preguntaron haciendo qué los abriera para ver quien le hablaba.

-Oh..- un pequeño sonido de sorpresa salio de su boca al reconocerlo.

-El chico del desmayo- lo reconoció de vuelta- ¿Estás bien? Parecías tener molestia- pregunto.

-Se.. mueve mucho- paso saliva, mirando de pies a cabeza disimuladamente a este chico otra vez.

En verdad era un chico hermoso, alto, esbelto, nunca pensaría qué lo vio embarazado, tenia proporciones increíbles. Más la ropa, los accesorios y el maquillaje qué traía. Parecía un muñeco de aparador para presumir. Claro, ese era el nivel. Giro su rostro para verse a él mismo en el espejo, era nada. Chay no destacaba en absoluto.

-¿Cuanto tienes?- pregunto llamando su atención de nuevo.

-Casi ocho..- respondió dando vuelta para salir del baño, seguido por el chico.

Camina conmigoWhere stories live. Discover now