Capitulo 9

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-Vamonos- Macau entro a la habitación de Chay, encontrandolo revisando su pequeña bolsa con una agenda y otros artículos de oficina y personales.

-Si, voy- bajaron las escaleras hasta llegar a la entrada.

-Ya nadie baja a desayunar en esta casa- se quejó la madre de Macau.

-Lo siento mamá, compraremos algo en el camino- se disculpo y Chay hizo lo mismo con una sonrisa tímida.

Subieron al auto, Macau había insistido en que fueran juntos, al menos por la mañana tenían un horario igual. Ya a la salida él decidía si le llamaba para recogerlo o si prefería hacerlo solo.

Pasaron a comprar algo de café y finalmente lo llevo hasta la empresa.

-Tu puedes, no te estreses, apenas es tu primer día. Y no dejes que te intimide, podrá ser tu jefe pero no tiene derecho a tratarte mal- le dijo antes de pellizcar su mejilla con suavidad- Creciste tanto-

-Suenas como un anciano y no eres mayor que yo por tanto- retiro su mano entre risas.

Se despidieron y bajo del auto para entrar. Ya había conocido las instalaciones, sabia cual era su piso y su escritorio. Justo en la puerta de la dirección.

Se reporto primero en recursos humanos, donde le dieron su gafete y una tarjeta de acceso para la oficina del jefe y la sala de juntas, a veces debía preparar cosas cuando él no estaba.

Al fin se integro a su lugar, guardando sus cosas personales en un cajón y revisando lo que habia en el escritorio, una computadora, una agenda, lista de telefónos, post-it, marcadores, clips, hojas blancas en un cajón, solo artículos de oficina y nada más. Le habían informado qué debía esperar a que llegara el señor Kim, ya que solo él podía darle indicaciones.

Bebió su café con calma mientras encendía la computadora, no había nadie más en ese pasillo, debía dar vuelta para poder ver a algunas secretarias de otras areas.

Escucho pasos apresurados y firmes, desviando su mirada hacia el pasillo, encontrando al qué seria su jefe con una expresión de molestia, caminando a paso decidido.

Se puso de pie rápidamente tomando su pequeña libreta y una pluma para entrar detrás de él a la oficina. Así que ese era la verdadera vibra qué emitia en horario laboral.

-Empezaste hoy- le dijo ya dentro del lugar.

-Si, señor Kim- respondió aunque sus piernas parecían querer traicionarlo, se sentía sofocado, había una tension extraña en el aire.

-¿Por que no la semana pasada?- pregunto sentándose en su escritorio.

-Dijeron que no estaba, que debía empezar cuando usted regresara- paso saliva nervioso al sentir la mirada aun sobre él.

-Pudieron haberte capacitado en lo más básico- suspiro- Bien, igual no es tu culpa, tranquilo-

-¿Necesita que haga algo?- pregunto más tranquilo.

-Todas las mañanas, en cuanto llegues, debes revisar la agenda qué esta en el escritorio. Cuando yo llegue, vamos a revisarla, te diré si cancelas algo ahí o si agregas cosas nuevas- Porchay asintió tomando notas- Todo en esa agenda debe estar organizado como yo lo pida, vas a acompañarme a cada reunion cuando yo lo solicite, siempre debes tener a la mano los documentos que yo necesite. Me ayudaras a filtrar visitantes también, nadie cruza esa puerta sin previa cita, los demás trabajadores tampoco pueden entrar sin mi autorización. Lo demás lo aprenderás con el tiempo-

-Entonces iré por la agenda- salio un momento para regresar con la otra libreta.

-Ven- señaló el lugar frente al escritorio- Yo necesito rapidez, no pienses tanto, solo hazlo-

Camina conmigoWhere stories live. Discover now