Capitulo 7

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Macau soltó un suspiro terminando de revisar el último balance de ventas. Eran buenos números pero es difícil rastrear cada cosa, hasta hacer qué los valores cerraran perfectamente, justificando cada gasto y cada entrada de dinero.

-Necesito contratar un auxiliar o asistente, me volveré loco- guardo los documentos en carpetas recogiendo sus cosas y su saco para salir de la oficina.

Había pensando ofrecerle a Chay un puesto a medio tiempo, para que lo ayudara con ese tipo de cosas pero desistió de la idea. Se veía muy animado con sus amigos nuevos, lo visitó un par de veces en la cafetería y se la pasaba bien con su compañera en turno, no necesitaba el estrés de una empresa como la suya sobre sus hombros todavía. Porchay eran tan lindo, cuando se reía sus ojos brillaban tan hermoso.

Estaba tan enamorado de Porchay, desde hace demasiado tiempo. Cuando eran más jóvenes había considerado confesarse, sintiendo qué era correspondido, pero se presento el accidente de sus padres y obviamente sabia que el amor no era una prioridad en su vida, estaba pasando por un duelo doble. Sintió como Chay se distanció un tiempo, no lo culpaba, era una gran perdida. Así que no volvió a intentarlo.

Después la presión de la universidad era demasiada, no tenía tiempo libre para pasar con él, ¿como iba a pedirle una relacion si no podía dedicarle tiempo?, no quería cometer el mismo error qué su hermano.

Sucedio lo del club nocturno y fue tentador, debía admitirlo, ese día casi cae ante su deseo, pero no podia aprovecharse. Porchay solo le decía esas cosas por efecto secundario de las drogas. Ese día decidió qué lo mejor era dejarlo en paz, debia deshacerse de esos sentimientos, Chay era inexperto, mientras qué Macau si había tenido sus momentos de euforia y locura. Si intentaba algo en este punto, le daba miedo que su amigo actuará más por compromiso qué por sentir algo mutuo, siempre le agradecía su apoyo y el de sus padres. Tanto a veces que Macau no quería hacerlo sentir obligado a corresponderle a cambio de ese apoyo. Estaba mejor siendo un amigo fiel apoyándolo, ya se le pasaria eso. No iba a echar a perder tantos años de amistad, por un amor adolescente.

Y lo intento, tuvo citas, salio con más chicos, se besaba con ellos, avanzaba hasta donde le permitían pero no funcionaba, seguía sintiendo cosas por su amigo.

Volviendo al presente, entro al auto llamándole por teléfono para saber si aun lo alcanzaba en la cafetería para recogerlo.

-Me..confirmas mañana, por favor- escucho como un chico le decía a Chay entregándole un papel.

-Si, yo te digo- respondió con una sonrisa.

Macau sonó el claxon con fuerza en un arrebato de molestia. Nunca había visto que alguien intentará algo con Chay, más que esa noche en el club. Y su sangre hervía de coraje, aunque no tenia derecho. Su amigo podía conocer chicos y experimentar si así lo prefería, el no podía negarselo pero le enojaba pensar que alguien más veía ese brillo en sus ojos al sonreír y que alguien más podía abrazarlo como él lo hacía, mucho más le enojaba pensar que alguien mas podía besarlo, si es que no lo habían hecho ya y él no sabia aun.

Chay subió al auto con el papel en la mano.

-¿Quien es?- pregunto tranquilo mientras conducía.

-Es el chico nuevo, necesitábamos más personal, lleva una semana- respondió calmado registrando su número en el teléfono.

-¿Vas a llamarlo?- pregunto nuevamente.

-No lo se.. me agrada pero..- respondió dudoso. Porchay estaba nervioso, era la primera vez que alguien lo invitaba a salir, por difícil de creer que pareciera.

-Pero..- incitó Macau estacionando afuera de la casa.

-No se que se hace en una cita ¿De qué hablamos? ¿Que hago si intenta tomar mi mano? ¿Que hago si intenta besarme?- pregunto mirando por la ventana, se sentía patético, a sus casi 22 años nunca había besado a nadie.

-Calma.. ningún chico decente se atreve a besarte a la primera, si lo intenta, golpealo, debe respetarte- le aconsejo aunque por dentro si sentía molestia de solo pensarlo.

-Pero puede suceder.. y yo no se, no quiero.. parecer un tonto- suspiro frustrado cubriendo su rostro.

-¿No sabes que?- pregunto curioso- Si no quieres, solo no lo hagas-

-Y si... ¿quiero intentarlo? No, tengo miedo, lo haré mal- negó con la cabeza.

-¿Qué harás mal?- pregunto descubriendo su rostro.

-Si quiere besarme y yo quiero intentarlo.. quedaré en ridículo por no saber corresponder- se quejó tenso.

-Chay, eso no importa porque no lo dejaras- intento tranquilizarlo- ¿Quieres besarlo?-

-No, bueno tiene lindos labios pero no es eso.. es que es frustrante. Qué tal si conectamos bien.. y si quiero hacerlo.. y al ver que no puedo, se fastidia- volvió a cerrar sus ojos con fuerza.

Macau lo tomó del rostro para quedar frente a frente.

-Si se fastidia porque no sabes entonces es una señal de que debes mandarlo al demonio. Quien te quiera, tendrá paciencia y te enseñara a hacerlo, juntos. Aplica para todo- le dijo con una sonrisa. Estaba irritado pero Chay estaba demostrando el interés en experimentar con chicos y como amigo debía apoyarlo y aconsejarlo.

-Besame- le pidió mirándolo a los ojos.

-¿Qué?- pregunto confundido.

-Confío en ti, hazlo y enseñame- volvió a pedirle con firmeza.

-Bueno no es así de sencillo..- intento excusarse.

-Si has besado chicos- Macau asintio- entonces enseñame, al menos algo rápido por si lo necesito mañana-

-No creo que sea correcto- dijo soltando su rostro finalmente.

-Anda.. solo quiero saber que se siente, para no parecer tan inexperto, me sentiría más seguro si llevo una referencia- pidió jalando la manga de su saco.

Macau lo pensó un momento, cuando volvió a verlo Porchay lo miraba con un puchero precisamente en sus labios. Y fue débil.

-Solo uno...- susurro mirándolo.

-Si, uno bastara- se quedo quieto y cerró sus ojos.

Su corazón latía rápido, su petición había sido sincera, le inquietaba no saber como actuar si la situación de presentaba, no saldría corriendo asustado.

Sintió el calor corporal acercarse a él, en cuestión de segundos sintió los labios ligeramente resecos de Macau presionando los suyos. En un impulso se tenso pero fueron milésimas antes de relajarse nuevamente, podía sentir la mano cálida en su mejilla y termino por hacer torpemente lo mismo mientras separaba sus labios un poco, sintiendo el movimiento sobre ellos y teniendo más contacto.

Macau se separo al sentir como los labios de Chay también se habían movido para presionarse contra los suyos.

Porchay abrio los ojos para encontrarse con la mirada fija de Macau, sintiendo nuevamente una aceleración en su pulso.

-Gracias- quito el cinturon- Creo que ya entendí- susurro con una sonrisa saliendo del auto para entrar pronto a la casa.

No podía seguir sintiendo cosas, pensó que ya lo había superado y con ese beso solo arruino el mismo su esfuerzo. No debió decirlo tan a la ligera.

Por otro lado Macau bajaba del auto, pensando en si había sido lo correcto darle lo que quería. Se veía algo alterado cuando salio del auto, quizás se asusto o fue demasiado incomodo. Negó rápido con la cabeza subiendo a su habitación. Debio ser más fuerte, no caer en esa tentación.

Camina conmigoWhere stories live. Discover now